domingo, 27 de noviembre de 2011

Fermín Vale Amesti “El Masón Renovador”



ALBANASHAR AL-WÂLI
Fermín Vale Amesti
“El Masón Renovador”


                                                              Por:


ברנבי


G\E\S\y P\M\
A\R\H\

IN MEMORIAM
Con la mayor humildad e infinito agradecimiento, dedico este muy imperfecto homenaje a la venerada memoria de mi Maestro, Guía e Instructor, auténtico Benei-Almanah, quien a través de su ejemplo vital, le dio una dirección REAL a mi vida, transformándola por completo, enseñándome a ser un verdadero Masón…
No existen palabras adecuadas que puedan expresar la gratitud que debo a aquél que escogió, incluso a costa de su propio sacrificio, instruir siempre CON LA VERDAD a todos aquellos que nos acercamos a él en busca de las Huellas del Sendero, que nos guiasen en el Camino de Retorno hacia nuestro Hogar Ancestral, hollado por los pasos de los Inmortales que nos preceden, en uno de los cuales, él mismo se convirtió…
Que la LUZ que no se extingue brille para siempre sobre Ti, esa misma LUZ de la que estabas orgulloso de ser un “hijo”, esa misma LUZ que me enseñaste a buscar contra todos los obstáculos y con todo mi Corazón…
IN NECIS RENASCOR INTEGER
“Sorbida ha sido la muerte por la Victoria… ¿Dónde está, muerte, tu victoria?, ¿Dónde, ¡oh muerte!, tu aguijón?...
I Corintios: 15,55

NOTA PRELIMINAR
Al intentar esta iniciativa, estamos conscientes de que por su enfoque, más que por su contenido, es susceptible de generar “incomodidades” en algunos sectores interesados. Los posibles errores inherentes a cualquier labor humana, estarán allí, sin duda, pero aún a pesar de ellos, la Verdad se impone, y estamos completamente seguros de que nuestra labor era necesaria e incluso, urgente.
A cada momento vemos surgir a nuestro alrededor focos altamente infecciosos de desviación anti-tradicional, provenientes en muchos casos de individuos que han recibido la Iniciación de manera regular, pero que han “desandado” su camino quizás por su falta de cualificación, entregándose a las peores supercherías, la crítica ladina, y, sobre todo, se han puesto por tarea la de enlodar el nombre de aquellos que, por el contrario, se han mantenido fieles a la heredad que les fue Transmitida y a la cual procuran honrar diariamente con su propia labor. Era en ese sentido que el Maestro hacía suya la frase “Por sus frutos les conoceréis”…
No hay que dejarse engañar… Algunas “plantas” han resultado estériles, otras han dado frutos, no todos comestibles…Resulta verdaderamente fácil juzgar sobre la base de los resultados obtenidos, -visibles, actuales, reales-, quiénes han continuado “arando el campo” y quienes han abandonado la granja para perseguir otros rumbos. Estamos seguros de que algunos incluso hasta han HIPOTECADO la “granja” en atención a sus propios intereses personales, materialistas, individuales, egoístas, en una palabra: PROFANOS.
En algunos casos, quizás olvidan simplemente que la Mas\ es un Portal de la Gnosis, y si bien es cierto que existen otros, tan válidos como este, que aguardan pacientemente a ser encontrados y utilizados por las personas adecuadas, armadas de la determinación de un verdadero Iniciado y cobijados por la auténtica FE, -que no es para nada monopolio del exoterismo-, la iniciación occidental es LA MASONERÍA incluso en el estado de degeneración en que ciertamente se encuentra. Pero no todo está perdido... como dicen los Sufíes: “Buscad y seréis encontrados”…sin duda es así. En otros casos, pareciera que el mensaje llegó incompleto, y lo único peor que la ignorancia, es el creer que se sabe…. La gran virtud de la VERDAD es que NO PUEDE DEJAR DE SERLO, es perfecta y completa; mientras que la MENTIRA, siempre contiene fallos, “baches”, incoherencias e imperfecciones que la delatarán y que la harán desvanecerse en presencia de la VERDAD como la oscuridad ante la LUZ….
Muchos de los que hoy en día se auto-proclaman “seguidores” o “discípulos” del Maestro Vale Amesti, SABEN en su interior (¡y si no es así, peor aún!) que ESCONDERÍAN LA CARA CON VERGÜENZA si éste estuviese vivo para ver las cosas que hacen y dicen en su nombre. Muy cierto es que él mismo les desmentiría, pues no existe tal cosa como el “Vale-Amestismo” –¡aunque seguramente no faltará quien lo invente!- como tampoco ha existido ni existirá nunca un “Guenonismo” más que en la mente de los DEFORMADORES conscientes de la enseñanza Tradicional que tales Maestros simplemente expusieron dentro de los límites de sus propias capacidades individuales. Nosotros simplemente hemos querido aportar una semblanza de la vida de uno de ellos, pues es escasísimo el material disponible a tal efecto. Si nuestra incompleta e imperfecta obra genera motivación (incluso entre quienes nos adversan) para engrosar y perfeccionar la información que aquí aportamos, nos sentiremos agradecidos y felices, porque ello mismo significará que esta obra ha cumplido su cometido.

Por experiencia sabemos que existen mediocres que “ni hacen, ni dejan hacer”, de esos que apuñalan por la espalda a quienes ni siquiera conocen pero llaman “QQ\HH\”, otros farsantes que se escudan en sus “grados” y “dignidades” meramente exteriores para mentir descaradamente y cerrar el camino del progreso a los demás, charlatanes de oficio, y moralistas “a juro” que JAMÁS ENTENDIERON LA MENOR PORCIÓN DEL VERDADERO SIMBOLISMO INICIÁTICO, a todos esos que se creen “vicarios” pero no están seguros exactamente de “Quién” o de “Qué”, a los inconscientes e irrespetuosos que utilizan el nombre de los difuntos para justificar sus propios errores y los ajenos, a todos aquellos que se sienten capaces de calibrar la “Insuficiente Preparación Espiritual” de los demás, pero que no tienen la gallardía de dar un paso al frente y ofrecerse entonces ellos mismos como guía efectiva y “Maestros Hábiles” -si tal fuera el caso-, a aquellos que se escudan en el “misterio” falaz y charlatán, a los sinvergüenzas y descarados que pretenden hacer creer a los recién llegados que pueden dar algo que no poseen, y finalmente a todos aquellos que, como nosotros mismos, recibieron alguna Transmisión del Maestro, -pero que por razones de las que únicamente ellos son responsables-, han “represado” la fuente y se han encerrado voluntariamente en el mutismo, obstaculizando inconsciente o deliberadamente de esta forma el progreso de otros, a TODOS ELLOS les advertimos que obran mal al “odiarnos” o “temernos”, pues con ello no hacen otra cosa que darnos aún más completamente la razón cuando afirmamos que “en sus manos se perdió la cosecha”...

Por nuestra parte, descansamos tranquilos, con la plena convicción de llevar a cabo de la mejor forma posible, dentro de nuestras propias limitaciones, la labor que nuestro Maestro nos encomendó, y es por ello que, con verdadera preocupación FRATERNAL y MASÓNICA, simplemente les dedicamos esta grave y significativa sentencia extraída del Volumen de la Ley Sagrada y de nuestros antiguos Rituales:

“¡Ay De vosotros, Doctores de la Ley!, porque poseéis las Llaves de la Gnosis y no las usáis para mejoraros a vosotros mismos, sino para impedir que otros la obtengan.”

Ritual del Gr\ de Comp\
Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizrain

ALBANASHAR AL-WÂLI
Fermín Vale Amesti
“El Masón Renovador”
RESEÑA BIOGRÁFICA

Fermín Vale Amesti: Esoterista Tradicional y Escritor Masónico Venezolano nacido bajo el signo de Libra, el martes 25 de Septiembre de 1923 (año del Jabalí), en el pueblo de Encontrados (Estado Zulia, Venezuela) y muerto en Chacao (Caracas – Venezuela), en la madrugada del miércoles 11 al jueves 12 de Agosto de 1999, a las 3:00 am., (el mismo día del último eclipse solar del siglo XX). Autor de gran cantidad de obras, en su mayor parte inéditas sobre la Masonería y el Esoterismo.

La obra de Fermín Vale Amesti, (quien también era conocido por el nombre iniciático que había recibido de la Tradición Sufí: Albanashar Al-Wâli), se enmarca en la perspectiva de la Gran Tradición Primordial y Universal o Protoparadosis de la cual fueron grandes exponentes autores como (Muhyi al-Din) Abū Bakr Muhammad bn 'Alī Ibn 'Arabi (as-Sheij al-Akbar), René Guenón (Abdul Wahid Yahya), Titus Burckhardt (Ibrahim I´zz al-Dan), Ananda Kentish Coomaraswamy y otros muchos que, como él mismo, marcaron el sendero para una posible RESTAURACIÓN o renacimiento de la auténtica TRADICIÓN INICIÁTICA OCCIDENTAL en el contexto del “momento cíclico” atravesado por la humanidad actual, esto es, el final del Kali-Yuga y el comienzo de un nuevo Manvantara.

Descendiente de una larga línea de masones venezolanos que se remontaba (como él mismo lo reconocía) hasta sus tatarabuelos, pasando por su padre y abuelos, dio sus primeros pasos en la Francmasonería al ser recibido como Luvetón1 el día 24 de Junio de 1926.

Muy joven se hizo miembro del partido comunista de Venezuela, del cual repartía propaganda “subversiva” aprovechando la ocasión que para ello le brindaba el hecho de que su padre fuese nombrado jefe del ferrocarril del Zulia, lo cual le permitía viajar gratis. Sin embargo, bien pronto se decepcionó de las ideas del partido, debido a la manipulación ideológica que desde su perspectiva ejercían. Ello, y su desencuentro con la Iglesia Católica, -en la que incluso había sido monaguillo-, le llevaron, debido a su carácter inquieto e inquisidor a un estado, descrito por él mismo como “angustia existencial permanente”, el cual canalizó a través de la escritura en un inédito cuento corto denominado: “El Alba de Oro”. De esta experiencia trasformadora, nos relata en sus propias palabras: “una noche que no podía dormir me levanté y me provocó acostarme en la grama, así que me tumbé boca arriba y entrelacé los dedos detrás de la nuca…observaba las estrellas y me quedé dormido…al despuntar el alba desperté y me di cuenta de que no podía soltar las manos, pero sentía una alegría enorme…desde ese día cambié y me dediqué a hurgar en el arcón donde mi padre guardaba los Rituales…me daba banquete, pero también me trancaba cuando llegaba a las palabras contraídas con tres puntos, hasta que un día le dije a mi padre que quería ser masón
1 Título que reciben los hijos de los masones adoptados por una Logia. En algunos escritos masónicos antiguos se denomina también "Lobato", "Lobatón", “Lobezno”, "Lobatillo", "Luston", "Lowton", "Loweton" o "Lewis".

El padre muere mientras Vale Amesti cursa el 3er año de la carrera de Derecho en la Universidad del Zulia. Gracias a su padrino logra conseguir un buen empleo, pero esa misma actividad, impuesta por la necesidad, al convertirse en sostén del hogar, diluyó sus deseos de convertirse en abogado, y más aún los sueños secretos de convertirse en piloto. Contrae matrimonio y se va a vivir a Caracas, donde conoce mucha gente que, como él, alimentaban inquietudes Espirituales, por lo que rápidamente conformó un “grupo de estudio” dedicado a las lecturas sobre el tema masónico, comenzando con las más básicas y conocidas. Pronto el grupo llegó a tener diecisiete miembros, y el 4 de Octubre de 1947, ese mismo grupo -Vale Amesti incluido-, recibió la Iniciación Masónica en la Resp\Log\“Lealtad” Nº 19, al Or\de Caracas, de la cual era Ven\ M\ el Il\ y Pod\ H\ Carlos Rodríguez Jiménez. Por su parte, Vale Amesti recibió el Gr\ de Comp\ el 21 de Abril de 1948, y el de M\M\ el 30 de Septiembre del mismo año.

Sin embargo, pronto se encontró decepcionado de la calidad de la “enseñanza” impartida en las LLog\, las cuales –como es frecuente- se limitaban a alimentar muy superficiales ideas “sociales”, “morales”, “patrioteras” e incluso políticas, completamente alejadas del verdadero Conocimiento Iniciático y, por tanto, incapaces de aportarle las respuestas que anhelaba. “Una de las cosas que más me impresionó hasta el disgusto, una vez que fui iniciado en la Masonería, fue la ignorancia que pude advertir y comprobar en casi todos los MM\MM\que conocí, tanto en mi madre Log\ como de otras LLog\ que visité en mi país y en muchos países de Europa y África. Debo confesar con dolor y amargura, que con la excepción de un muy reducido número de HH\, quienes se habían dedicado como yo al estudio y la investigación de todo cuanto nos pudiera servir para lograr situarnos en terreno firme, la inmensa mayoría estaba compuesta por individuos cuya pereza intelectual y espiritual les había adormecido o nunca tuvieron interés alguno en conocer a fondo lo que tenían entre manos. Para muchísimos HH\, la rutina, el facilismo anclado en la pura y simple memorización de palabras inútiles, les bastaba para fabricarse una fachada destinada a disimular, a los ojos de otros más ignorantes que ellos, su verdadera condición PROFANA, pues a pesar de haber sido iniciados, su mentalidad continuaba siendo exactamente la misma que tenían cuando eran, al menos fácticamente, profanos…

El “secreto” artificial, alimentado por la ignorancia de los propios masones en lo concerniente a lo que verdaderamente significa la Enseñanza Espiritual -que se supone debe ser impartida por una auténtica “Escuela de Misterios” como la Francmasonería-, produjo rápidamente deserciones en el grupo que originalmente se habían iniciado juntos, así lo relataba en sus propias palabras: “(…) todo era “misterioso”, a todo lo que preguntábamos nos respondían con la misma frase: “eso lo vas a ir sabiendo más adelante…”; pero al ir pasando de grados, continuaba la misma respuesta… cuatro de los del grupo que nos iniciamos juntos se fueron (…)”.

Esta situación motiva a algunos de los realmente interesados en la enseñanza Espiritual a continuar la búsqueda, lo que los lleva a entrar en contacto con una de las muchas organizaciones pseudos-iniciáticas que se aventuraban a establecerse en el territorio venezolano en aquella época; se trataba en este caso de la “Gran Fraternidad Universal” o “G.F.U.”, fundada el 21 de Marzo de 1948 por un aventurero francés de nombre Serge Raynaud de la Ferriere, quien decía impartir enseñanzas bajo los “auspicios” de la completamente imaginaria “Gran Logia Blanca” de los “Maestros de Acuario”. No fue esta la primera ni la última vez que tal expresión se usó para disfrazar con una apariencia “misteriosa” a lo que no terminaba de ser otra cosa que charlatanería pura y simple “disimulada” con lecciones de “Hatha Yoga”. De hecho, esa misma fecha de fundación se hacía coincidir pretendidamente con el comienzo de la “Era de Aquarius” y su fundador era considerado el Nuevo Mesías, el Cristo Rey.

Siendo, como era, un buscador serio de la Verdad, Vale Amesti era un hombre disciplinado y estudioso. No le costó mucho trabajo descubrir rápidamente la impostura promovida por aquel “maestro” del cual había llegado a ser secretario personal. Sin dejarse impresionar por sus conocimientos del Yoga práctico y meramente “físico”, en su condición de masón, Vale Amesti sabía perfectamente a qué atenerse respecto a la pretendida “vinculación masónica” de Raynaud de la Ferriere y a sus espurios “grados” y falsificados “diplomas” masónicos. Una vez convencido de la falsedad de los mismos, urdió un plan por medio del cual, pretendía desenmascarar a aquel impostor que se había hecho recibir -incluso con honores- en las LLog\ atestadas de masones ignorantes incapaces de distinguir el “trigo de la paja”. Presentándole auténticos símbolos masónicos ligeramente deformados a propósito, exigió explicaciones de los mismos al “maestro”, el cual –falto de toda verdadera Iniciación- mal podía disimular su completa ignorancia de los mismos, con lo cual, quedaba completamente al descubierto en sus pretensiones “masónicas” y “mesiánicas”.

Aquella oscura experiencia, no resultó ociosa. Pese a todo, había servido como un escalón más en la búsqueda de esa Verdad que le atormentaba desde muy joven y le permitió de esta forma tener una experiencia “de primera mano” de lo que son capaces de fraguar los agentes de la Contra-Iniciación por medio de la formación de estas escuelas pseudos-esotéricas a las que suelen atraer a los buscadores mal informados…

Luego de esta nueva decepción, con Vale Amesti a la cabeza, el resto de los miembros de aquel grupo que, juntos, habían recibido la Iniciación, en búsqueda de la auténtica Masonería Tradicional, no cejó en su empeño, e hizo un último intento; solicitaron así la autorización del por entonces Gr\M\ de la Gr\Log\de la República de Venezuela, Augusto Ascanio, quien les permitió levantar las columnas de la Resp\ Log\”Ghandi” Nº 114, a la cual convirtieron en poco tiempo en un verdadero Taller Masónico dedicado por completo al estudio de los Misterios de la Francmasonería.

Es en esta época que ocurre su encuentro casi “fortuito” con un Il\ y Pod\ H\ nicaragüense, el Dr. Pasos Díaz, quien al percatarse de la seriedad de los trabajos llevados a cabo en aquella Log\ y el esfuerzo invertido en la genuina búsqueda de la verdadera Tradición Iniciática, les “habla claro” y decide ponerles en contacto con la auténtica Masonería Operativa y con los pocos HH\ que en todo el mundo estaban todavía capacitados para transmitir el Conocimiento Verdadero. Es así como Vale Amesti y compañía descubren la incomparable obra Metafísica de René Guenón, también conocido por su nombre iniciático de la Tradición Sufí: Sheik Abdel-Wahid Yahya. La importantísima influencia de la obra de Guenón en la suya propia, fue reconocida por el mismo Vale Amesti durante toda su vida. A este respecto es insoslayable la cita del prefacio de la breve reseña biográfica que dedicó a aquel a quien, sin haberle conocido en vida, consideraba su Maestro: “Antes de comenzar este breve escrito, no puedo prescindir de expresar de todo corazón, mi más sincero y profundo agradecimiento por todo cuanto debo, como Masón de Tradición, a la valiosa Obra de René Guenón, cuyo contenido, del más alto tenor Intelectual, ha servido para provocar un RE-despertar de nuestra Tradición Iniciática Occidental, purgada de sus escorias, convirtiéndose de ese modo en un “Retorno a Las Fuentes Primigenias” de lo genuinamente Masónico, Tradicional e Iniciático; porque la “mira” de René Guenón estaba puesta, no hacia parcialidades, sino hacia la Tradición Perpetua y Unánime, es decir, a la Gran Tradición Primordial o “Proto-Paradósis” , como la denominaban nuestros Antiguos Hermanos, los Iniciados de las Escuelas de Misterios Griegas.(…) Porque es precisamente la noción capital de La Gran Tradición Primordial lo que le da a la Tarea que Guenón se impuso, la característica específica de la UNIVERSALIDAD, en la cual, el papel privilegiado del SIMBOLISMO como medio de “expresión” sin palabras de las Realidades Espirituales más profundas, permite sobrepasar los limitados y limitantes conceptos que la perspectiva profana y exotérica es incapaz de alcanzar o percibir.

En su condición de M\M\ al que algunos en su ignorancia masónica adversaban, pero al que todos respetaban por sus conocimientos, Vale Amesti aceptó la nominación para ocupar la Gran Maestría de la Masonería Venezolana durante el período 1957-19592, según unos, y según otros 1959-19613; al margen de este desacuerdo completamente contingente, lo que importa retener es el hecho de que Vale Amesti asume el reto de presidir una masonería venezolana dividida y una Gran Logia descompuesta, marcada por el reciente gran cisma masónico venezolano ocurrido en 1956-1957 durante el mandato del Gr\ M\ Augusto Ascanio. Dicho cisma, debido básicamente al desconocimiento supino de lo que verdaderamente significa la Regularidad Iniciática, perdura hasta nuestros días pese a los esfuerzos por resolver las diferencias. Quizás no habría ocurrido, si se hubiese tomado en cuenta la opinión autorizada que sólo otorga el auténtico conocimiento Iniciático. La “regularidad”, en efecto, no tiene en absoluto nada que ver con formalidades “administrativas” de las organizaciones Iniciáticas que han degenerado en simples “sociedades”, y que como el mismo Vale Amesti se preocupó siempre por aclarar, dicha Regularidad consiste simplemente en la continuidad de la Cadena Iniciática, llamada shelsheleth en hebreo, silsilâ en árabe, param-parâ en sánscrito, seirâ en griego. Sus esfuerzos por lograr avances significativos en la restauración espiritual de la masonería venezolana, comenzando por la depuración de las numerosas interpolaciones “morales”, “sociales” y “patrioteras” de los antiguos rituales, se vieron bloqueados por la fuerza de la mayoría ignorante, como él mismo confesaba amargamente: “Cuando fui Gr\M\de la Gr\Log\ de Venezuela (1959-1961) intenté llevar a cabo una revisión detenida y profunda de los Rituales en general, pero la oposición y resistencia obstinada de una mayoría aplastante me lo impidió. Un “Ilustre y Poderoso” Sob\Gr\Com\del Gr\33º, más poderoso que ilustre, fue el “director” de dicha oposición. Un día me espetó una arenga, diciendo, entre otras barbaridades lo siguiente: “Usted no tiene ninguna autoridad ni el derecho de cambiar ni una jota de lo que hemos recibido de nuestros antecesores. Al menos mientras yo viva - añadió amenazadoramente - no permitiré ningún cambio en ninguno de nuestros Rituales. Todo debe permanecer tal y como está.” (sic).”. Este tipo de mentalidad, aún campea en las LLog\, CCap\ CCons\ y SSob\SSant\ de la Orden Masónica, en la que la opinión general de sus propios miembros desinformados, sólo ven una “sociedad de ayuda mutua” o un “Club de Caballeros”. Sin comprender el auténtico sentido de los Rituales y de los Símbolos Masónicos, este tipo de “masones” no dudan en lanzar el “anatema” de la mal entendida “irregularidad” contra cualquiera que intente razonar con ellos en términos auténticamente Iniciáticos.
2 “Guía Histórica de la Masonería Venezolana”, por Hello Castellón.
3 “El Maestro de Caracas”, por Joël Pozarnik. Esta es la fecha que, de hecho, el mismo Vale Amesti admite en sus escritos, como se verá más adelante.

En este sentido, Vale Amesti fue siempre enemigo acérrimo de todos aquellos que pretendían “legitimarse” a sí mismos con ese pretendido título de “regulares”, y a la vez negárselo a los demás, comenzando, por supuesto, con la Masonería Inglesa “especulativa” fundada en 1717 por individuos de muy dudosa o nula REGULARIDAD, en el auténtico sentido de esa expresión, como era el caso de los pastores protestantes Anderson y Desaguliers… En ello compartía plenamente las ideas de su muy cercano amigo y antiguo maestro, el Il\y Pod\H\ francés Robert Ambelain, Gr\M\ Mundial del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizraim y detentor de diversas filiaciones iniciáticas, entre ellas la Cadena del Compagnonnage o “Compañerazgo”, única otra Organización Iniciática –junto con la Masonería- que pueden realmente reivindicar, en occidente, una Filiación Iniciática Auténtica e Ininterrumpida, es decir, una Transmisión Iniciática REAL y REGULAR.
Esta asociación temporal con Ambelain, -de quien sin embargo le separaban profundas diferencias en el campo Doctrinal-, fue una de las oportunidades de progreso hacia la meta de la Restauración Iniciática, que se presentó como consecuencia del encuentro con Pasos Díaz y que Vale Amesti supo inteligentemente aprovechar.
Ambelain, no logró nunca superar la “tara” de su formación OCULTISTA, la cual es manifiesta y evidente en todos sus escritos. Sin embargo, Ambelain había obtenido, de forma fortuita la preciosa oportunidad de convertirse en depositario de un gran número de documentos y de presuntas filiaciones iniciáticas como consecuencia de la persecución desencadenada contra la Masonería en Francia por parte de los invasores Nazis. Como consecuencia de dicha persecución, el Padrino de Iniciación de Ambelain y por entonces Gr\M\ Mundial del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizraim, el Il\y Pod\ H\ Constant Chevillon, moría asesinado por la Gestapo, el 22 de marzo de 1944. El mismo Ambelain no había logrado escapar completamente de dicha persecución, su esposa e hijo resultaron ambos deportados a campos de concentración. Tal ambiente de peligrosa hostilidad hizo necesaria cierta transmisión “Sub-Rosa”, de algunas de los conocimientos y vinculaciones que se habían tratado de unificar mediante el fallido proyecto FUDOFSI (Fédération Universelle des Ordres, Fraternités et Sociétés Initiatiques), promovido y encabezado por el malogrado Chevillon, incluso pese a que algunas de ellas eran sin embargo de una dudosa Regularidad, y entre las cuales cabe destacar:
· La Orden Martinista-Maritinecista de Lyon.
· La Iglesia Gnóstica Universal.
· La Orden de los Caballeros Masones Electos-Cohen del Universo.
· El Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizraim.
· La Orden del Santo Grial
· La Ordo Templi Orientis (O.T.O.)(Suiza)
· Fraternidad Rosacruciana Antigua.
· Fraternitas Rosae Crucis
· La Orden Cabalística de la Rosa Cruz.
· El Rito Escocés Rectificado.
· Hermandad de los Hermanos Iluminados de la Rosa Cruz.
La antes mencionada transmisión ocurrió simultáneamente con la “diáspora” de los miembros de éstas organizaciones a zonas menos conflictivas del planeta, y trajo como consecuencia ciertas vinculaciones que se han conservado hasta el presente. Es de esa forma como algunos Masones y “Rosa-Crucianos” asociados a gente como Arnoldo Krumm-Heller (Viracocha) y algunos otros mucho más disimulados pero, con toda probabilidad, mejor informados, lograron establecer en Norte América y América Latina, particularmente en México, Chile y Brasil, algunas de las más antiguas obediencias conocidas emparentadas con aquellas que figuraban entre las que el FUDOFSI pretendía unificar, basta para ello con repasar la historia de algunas de estas organizaciones, muchas de ellas simplemente pseudos-iniciáticas, pero otras de un origen más misterioso, para ver aparecer siempre, al final de la cadena, los mismos nombres a la cabeza de las mismas organizaciones. De hecho, Chevillon mismo confesaba haber efectuado cierta transmisión a algunos personajes anónimos de origen latino-americano, con la intención de preservar en la medida de lo posible lo que de otra
forma podría perderse con su desaparición física, ¿Es quizás este el origen misterioso de las vinculaciones y conocimientos que Vale Amesti recibió por parte de Pasos Díaz? Es difícil asegurarlo, pero sus actuaciones posteriores parecen confirmarlo, basta con repasar un poco las vinculaciones que llegó a poseer y se comprobará que la mayor parte de ellas figuraban entre las del FUDOFSI, sin mencionar, por supuesto, su asociación posterior con Ambelain. No nos queda más que especular. Sin embargo, algunas conclusiones pueden obtenerse de estas palabras extraídas de uno de sus escritos inéditos: “El 26 de Marzo de 1944, en Lyon, el Gran Maestro CONSTANT CHEVILLON amaneció asesinado…. La noche del sábado 25, miembros de la Gestapo se presentaron al domicilio del Gran Maestro CHEVILLON para exigirle la entrega de todos los Documentos, Rituales, listas de miembros, etc., etc. de la Orden. El Gran Maestro Chevillon les respondió que él no podía entregarles nada porque debido a los riesgos de la guerra, él había enviado todo a América, a cargo de un Adepto y Alto Grado de la Orden. El Gran Maestro fue inmediatamente arrestado e incomunicado. Su cadáver apareció acribillado de balas de ametralladora. Una bandada de golondrinas remolinaba en vuelo sobre su cadáver…” (tomado de: “CAUSERIE SUR LE RITE DE MEMPHIS-MISRAIM” (Charla Sobre El Rito De Memphis-Misraim) presentada ante la Resp\Log\ “LAFAYETTE NO. 157”. Tenida del 20 de Mayo de 1992 (E\V\)).

De lo que se trató, en todo caso, fue de conservar por todos los medios posibles las vinculaciones que de otra forma se perderían. Pese a su imperfecta comprensión de la Universalidad Tradicional, Ambelain había recibido durante los años de la ocupación nazi en Francia, de los HH\ C. Savoire, R. Wibaux, R. Crampon y G. Lagrèze –altos dignatarios del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizrain, El Rito Escocés Rectificado y El Rito Escocés Antiguo y Aceptado-, todos los grados y poderes necesarios para garantizar la supervivencia de los mismos. Es de esa manera como Vale Amesti recibe directamente de Ambelain o –en otros casos- por medio de su sucesión, algunas entre las más importantes de las vinculaciones iniciáticas que poseía, entre ellas:

· Los tres últimos grados hasta el 33º y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. (Había obtenido hasta el 30º en Venezuela).
· Todos los grados del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizraim, hasta el 95º incluido. (Con Carta Patente y autoridad plena para crear LLog\de dicho Rito en Venezuela.)
· Todos los grados del Rito Escocés Rectificado, incluidos los de la Orden Interior (Caballero Benefactor de la Ciudad Santa (C.B.C.S.), Profeso).
· Todos los Grados de la Orden de los Caballeros Electos-Cohen del Universo. (Incluida la clase secreta).
· La Vinculación a la Orden Martinista-Martinecista de Lyon, hasta su culminación como S\I\

Vale Amesti era también detentor de otras filiaciones, quizás más extrañas para quienes no le conocieron bien, en particular nos referimos al Obispado de la Iglesia Gnóstica Universal, jerarquía que ejercía bajo el nombre de Tau Valentinus III, siendo además Obispo Primado de Venezuela y Centro América con sede Apostólica en Caracas. Esta consagración la recibió del Dr. Pedro Freire, (Tau Petrus), de Porto Alegre (Brasil) quien había sido a su vez consagrado por Ambelain (Tau Jean II) en 1956. Es importante mencionar, que son Vale Amesti (en Venezuela) y Pedro Freire (en Brasil), los primeros dignatarios importantes del Rito de Memphis-Mizraim en arribar a sus respectivos países de origen con poderes suficientes para consagrar y conferir la Iniciación en el mismo. La iniciativa de Freire prosperó, dando nacimiento al Gran Oriente Mixto de Brasil, hoy convertido en Soberano Santuario del Rito y habiendo extendido su influencia hasta Venezuela mediante la creación en este país de una Gr\Log\ de dicha Obediencia.

Pudiera extrañar quizás que Vale Amesti, pese a todo, no hiciese uso de tal prerrogativa y prefiriera aparentemente atender sus labores como Gran Inspector General de la Orden en lo concerniente al R.E.A.A., pero ello se debió sencillamente a su fe en la posibilidad de una Restauración Futura a efectuarse por medio de la preparación adecuada de jóvenes elementos cualificados pertenecientes a este mismo Rito y a los cuales sólo se necesitaba formar como una Nueva Generación Masónica que motorizase el cambio deseado y que, suficientemente instruidos, conocedores y respetuosos de las diferencias necesarias entre los Ritos, eventualmente y por la naturaleza misma del devenir, podrían hallar el camino para reencontrarse con la cadena Memphita establecida por Freire en Brasil. El tiempo se encargó de darle completamente la razón. Son suyas estas palabras: “Sugiero, muy fraternalmente, a los RResp\ HH\ MM\MM\ de este Resp\ Tall\, leer los Rituales de MEMPHIS-MISRAIM para los Tres primeros Grados, a fin de que puedan tener una oportunidad de comparar su contenido con otros Ritos conocidos y de ese modo, adquirir mayores conocimientos acerca de la inmensa riqueza simbólica que posee nuestra orden Masónica.”…
En cualquier caso, en lo tocante a la Iglesia Gnóstica Universal, el 22 de septiembre de 1977, Edmond Fieschi (Tau Siabul), Primado de las Galias, resulta electo Patriarca (el cargo más alto en la jerarquía de la Iglesia) por el Santo Sínodo Gnóstico. Pero ocurre algo inesperado, Fieschi es persuadido -(por un ex-militar haitiano, miembro influyente de la Iglesia asentado en Chicago, de nombre Clement Lucien Papillon (Tau Paul))- de que “el Espíritu Santo había abandonado la Iglesia Gnóstica”, en otras palabras, que ésta había perdido la fuente de su sucesión ancestral y por tanto su regularidad, decide renunciar en diciembre de ese mismo año, abdicando en favor de su coadjutor, el Obispo Primado de Centro América, con sede Apostólica en Caracas, Venezuela, Tau Valentinus III. Pero Vale Amesti rehúsa aceptar este nombramiento y finalmente proclama la independencia de todas las “Provincias Eclesiales” el 7 de abril de 1978. (Athena Theological No. 3, pg. 22).
Este enrevesado episodio, ilustra sin embargo la influencia y el alcance insospechado de las relaciones que el venezolano había establecido durante sus múltiples viajes a Europa y su contacto con las más diversas e importantes figuras del ámbito esotérico mundial.
En lo tocante al resto de sus vinculaciones, es sumamente importante señalar un detalle que ha pasado desapercibido ante los ojos de muchos de los admiradores y estudiosos de la obra de Vale Amesti, y es que éste no ocultaba para nada que su mayor interés, el motivo de todos sus viajes, búsquedas, contactos y afanes, no era en ningún caso la obtención de “títulos”, “honores” o “diplomas” que reflejaran grados meramente “especulativos” o exteriores, sino el desarrollo en ACTO de las posibilidades que ya había obtenido de manera “virtual”. En otras palabras, el “Corazón” de la enseñanza de
Vale Amesti, como el de la de todo verdadero Maestro Espiritual, era la REALIZACIÓN ESPIRITUAL, que no tiene, -como él mismo aclaró innumerables veces-, NADA QUE VER con preocupaciones de orden sentimental, moral, o “social”, sino con la correcta y apropiada restauración del verdadero Método Esotérico, de la auténtica Técnica Iniciática, única en su esencia aunque múltiple en sus aplicaciones, común a todas las Iniciaciones, tanto de Oriente como de Occidente.
Debido a esta “inquietud” que le había perseguido desde muy joven, Vale Amesti no se limitó a “teorizar” sobre la Iniciación, sino que profundizó aún más en las enseñanzas recibidas a través de las múltiples vinculaciones que había logrado aglutinar. Opinaba que no se podía pretender “restaurar” la Iniciación Occidental, a menos que se empezara por el Auténtico Principio, lo que implicaba necesariamente un “Retorno a los Orígenes”, a la PRÁCTICA, a la auténtica Operatividad, es por eso que comentaba: “Es verdaderamente lamentable darse cuenta de que a pesar de la absoluta LEGITIMIDAD INICIÁTICA de la Masonería, cuya CADENA ha sido conservada sin interrupción hasta nuestros días, haya podido llegar a tal grado de degeneración y desviación, cuando lo único que hace falta es volver a la Tradición Original mediante el estudio serio y profundo de la altísima Cultura Espiritual de la Verdadera y Real Masonería Primigenia. Naturalmente, para ello es absolutamente necesario estar conscientemente convencido de ello…”.



No tardó en darse cuenta de que las prácticas “Teúrgicas” conservadas y transmitidas a través de la cadena Operativa de la Masonería, no conducirían -en el mejor de los casos más que a la Perfección del Estado Humano-, la restauración del Estado Primordial, fin de los Misterios Menores, objetivo Final de la Iniciación Masónica en sentido estricto, -y ello a condición de que estuvieran COMPLETAS- pero tal no era el caso y, además, todavía esto, no podía ser considerado un fin en sí mismo, sino sencillamente una preparación, -imprescindible- de cara a la auténtica Metafísica y a la realización del “Hombre Universal”, del Verdadero “Yogi”, del auténtico “Sufí”, del Wang o Chen-Ren extremo-oriental, Insan-ul-Kamil, o cualquiera de los múltiples nombres con los que se designa al “estado” definitivo del Ser, posibilidad que el esoterismo islámico designa simplemente como la “Identidad Suprema”.

Incansable en su búsqueda, consciente de que nadie puede dar lo que no posee, deseoso de actuar en función de la posible Restauración Tradicional Occidental y en cumplimiento de sus obligaciones como Obrero Consciente del “Plan del G\A\D\U\”, Vale Amesti viaja a Argelia, y es allí en Mostaganem, capital de la provincia o wilaya del mismo nombre, en el noroeste del país, sede de la Tariqah Shadhiliya Darqawiya Al-Alawiya, donde recibe finalmente el último eslabón de su búsqueda, la pieza faltante del rompecabezas, mediante la vinculación a la Orden Sufí, en la que recibió el sonoro y significativo nombre iniciático: Albanashar Al-Wâli, con el que firmó todas sus obras.

Este nombre es un símbolo en sí mismo, un símbolo de la función que le estaba siendo confiada, una identidad y un rol. En efecto, tal nombre puede descomponerse de varias maneras, una de las cuales es la siguiente: Al-Bana, en árabe significa: masón, constructor, albañil; de hecho, como puede observarse a simple vista, la palabra pasó al castellano casi sin ninguna alteración. Adicionalmente, es el nombre de la Orden Sufí de los Constructores: Khatt Al-Banaim. Por su parte, el verbo árabe Nashar, significa, “vivificar”, “reanimar”, “alimentar un fuego que se extingue”, “reavivar”, “renovar”. Finalmente, el término Al-Wâli puede interpretarse de dos maneras diferentes: acentuada en la última sílaba, significa en árabe: “Santo”, “Iluminado”. Con acentuación grave o llana, extendiendo el sonido vocal “a”, significa “jefe”, “gobernador”, “cabeza directriz” y es, a la vez, la transcripción fonética al árabe del apellido “Vale”, es en esta forma que debe escribirse correctamente en el presente caso. El nombre significa por tanto: “Vale, el Masón Renovador”, “El Jefe Restaurador de los Constructores”…Un nombre muy adecuado a la función que aquel venezolano se esforzó siempre en desempeñar, hasta el último día de su vida….


Valiente defensor de la Iniciación Femenina y crítico de las espurias “adopciones” con las que se solía engañar a las mujeres interesadas en vincularse de manera seria y regular a una auténtica Tradición Iniciática. Vale Amesti promovió en vida varias iniciativas de restauración Tradicional a través de las múltiples vinculaciones que había recibido. Intentando garantizar la transmisión y recepción de la Influencia Espiritual que supone toda auténtica Iniciación, Vale Amesti procuró asegurar tal transmisión a todas las almas que en este lado del mundo pudieran sentirse atraídas hacia la Verdadera Luz, sin distinción de sexo.

Consciente de los múltiples obstáculos “técnicos” que suponía tal empresa, que implicaba el re-establecimiento de una filiación iniciática regular en tales condiciones, atacó el problema “de raíz”, dedicándose conscientemente a lograr una posible solución que implicaba evidentemente un auténtico Retorno a los Orígenes de la auténtica Tradición Iniciática Occidental. Esta posibilidad sólo podía lograrse haciendo acopio de todos los conocimientos y vinculaciones que había adquirido, y poniendo en pleno uso las facultades que le proporcionaba su condición de Alto Dignatario de diversas Obediencias y de detentor indiscutido de múltiples filiaciones iniciáticas, de las cuales no participaba de manera meramente “teórica” sino de una manera realmente Práctica y Operativa. El objetivo debía ser la restauración de carácter más “cerrado” o secreto de una Iniciación a la cual pudiesen acceder tanto hombres como mujeres, con plena garantía de Ortodoxia y Regularidad, y que permitiese el desarrollo EN ACTO de la virtualidad así trasmitida. Tal transmisión sólo es posible mediante el ejercicio de una autoridad que únicamente poseen aquellos que ostentan un conocimiento Pleno y Efectivo de las influencias que son así transmitidas. Su empeño cristalizó finalmente en el nacimiento el 21 de Marzo de 1.981 de la “Hermandad del Templo de Henoch”, una Orden Iniciática Operativa seria y de carácter secreto, que tomaba como base las enseñanzas de la antigua Orden Masónica de los Caballeros Electos-Cohen del Universo fundada por el enigmático Maestro Martínez de Pasqually (Bakniakim) y en permanente contacto y colaboración con otras organizaciones semejantes a través del omnipresente Robert Ambelain (Aurifer) y de otros Maestros Hábiles como el mismo Il\y Pod\H\Pedro Freire4. Esta restauración se veía nutrida además por la inestimable garantía de ortodoxia de su vinculación directa con la Auténtica Masonería de Tradición, conservada secretamente por los Maestros Al-Banaim y encarnada por Vale Amesti. En la actualidad, aunque de forma independiente y sumamente discreta, muchas de esas iniciativas promovidas por Vale Amesti, aún existen y trabajan de muy distintas formas, a todos los niveles y de manera sostenida, para lograr la Restauración Tradicional que éste tanto anhelaba.

4 Entre las múltiples “conexiones” Tradicionales de Vale Amesti, nos parece muy digna de resaltar su amistad con el gran indigenista venezolano Gilberto Antolínez (Xuhe) Pese a que lamentablemente no podemos extendernos en este asunto, remitimos a su obra, hoy en día un tanto difícil de encontrar, pero entre la que caben mencionar los títulos: “HACIA EL INDIO Y SU MUNDO” y “EL AGUJERO DE LA SERPIENTE”. La conexión entre ellos fue definida por el propio Vale Amesti, en una breve biografía-homenaje con motivo de su óbito, con estas palabras: “A ti amigo y compañero del camino, que conmigo tuviste el orgullo y privilegio de ser erigidos por nuestros Maestros como una de las Dos Columnas de Manoah…”

En su carrera masónica venezolana, Vale Amesti fue uno de los fundadores del Sob\Cap\R\C\“Perfecta Lealtad” Nº5, y hasta el final de sus días miembro Honorario de las RResp\LLog\ “La Fayette” Nº 157 y “De Molay” Nº 119; en esta última era frecuente su visita con fines pedagógicos, desarrollados a través de charlas y talleres concernientes a diversos temas masónicos, siendo una de sus principales preocupaciones la aplicación de una adecuada “Propedéutica Masónica” y la cuidadosa selección y preparación de los posibles candidatos a ingresar en la Orden.

A tal fin, el Maestro Vale Amesti creó el Círculo Independiente de Estudios Tradicionales (C.I.D.E.T.) con sede en su propio domicilio, en el cual impartía de forma prácticamente gratuita un “Curso Propedéutico” de carácter general, que tenía como objetivo la preparación preliminar encaminada al estudio y comprensión, tanto del aspecto Doctrinal como de la Técnica de La VÍA INICIÁTICA. La idea era pues intentar comunicar al estudiante una serie de ideas y conceptos y sobre todo el VOCABULARIO, el verdadero significado de las palabras usadas en el estudio de las DOCTRINAS TRADICIONALES. De este modo, Vale Amesti se proponía llenar las “lagunas” que, por falta de información veraz y por los “vacíos” de comprensión que se van quedando atrás a lo largo de lecturas mal digeridas unas veces, y como resultado de informaciones falsas, incompletas y hasta torcidamente elaboradas a propósito, desorientan al lector y lo hunden en un estado de confusión. El CURSO PROPEDÉUTICO está basado en la auténtica ENSEÑANZA TRADICIONAL que el mejor expositor de la misma nos transmitió a través de su extraordinario libro “APERÇUS SUR L’ INITIATION” (Consideraciones acerca de la Iniciación). Esta obra del Sheik Abdul Wahid Yahya (René Guenón), era considerada por Vale Amesti como una fuente de consulta imprescindible para cualquiera que se interesase seriamente en la
única y verdadera Iniciación. Así lo expresaba: “Sigamos los pasos y las Enseñanzas que René Guenon hizo revivir y nos transmitió como Heredad. Nos queda la responsabilidad de continuar transmitiendo ese tesoro de información veraz y pagar, al menos en parte, la gran deuda que tenemos contraída con tal insigne Maestro. No hay mejor modo de ayudar en la posible reconstrucción y regeneración de la Masonería de nuestro tiempo.” Aún en la actualidad, algunos de los más jóvenes y mejor preparados entre los seguidores de la enseñanza de Vale Amesti, dispensan esta formación, continuando así la obra del Maestro y garantizando la formación de una Nueva Generación Masónica a la altura del papel Renovador que le corresponde de cara al Nuevo Ciclo, de acuerdo con el pensamiento del mismo Vale Amesti.5
Tal como lo describía de manera muy vívida el ensayista francés -residenciado en Venezuela-, Joël Pozarnik, en su breve pero muy esclarecedora reseña biográfica sobre Vale Amesti titulada “El Maestro de Caracas”, la cual parafraseamos: En la noche del 11 al 12 de Agosto de 1.999, a las 3:00 am, en su modesto apartamento del municipio Chacao, una zona comercial de Caracas, aquel gran venezolano, eminencia gris de la Espiritualidad Universal, fallecía en su biblioteca de forma rectangular, sentado en su sillón de cuero negro en el cual solía meditar. Se fue mirando hacia el Este, rodeado de las fotos de René Guenón, del Sheik Al-Alawi, y de quienes fueron sus instructores. Era un día como cualquier otro, salvo que ese día, Albanashar-Al-Wâli, Fermín Vale Amesti, El Masón Renovador, había abandonado su envoltura carnal y se encaminaba hacia el Or\ Et\ Signos maravillosos en el cielo acompañaron su partida, como una prueba póstuma de que su propio país y el mundo entero habían perdido a una indiscutida “Gran Alma” (Mahâtma), a un auténtico Maestro Hábil, a un verdadero “Hijo de la Viuda”…Ese mismo día, en efecto, se verificó el último eclipse anular de sol del milenio que terminaba, y con él, en aquel día de luna negra, se formaba simultáneamente una rara alineación astronómica formada por Marte opuesto a Saturno, Sol/Luna opuesto a Urano, en los CUATRO SIGNOS FIJOS del cielo. Fue velado con los máximos honores en el Gr\Temp\Mas\ de Jesuitas a Maturín, en el centro de Caracas y su cuerpo, reposa en el Panteón de la Resp\Log\ “Sol de América” Nº 37, en el Cementerio General del Sur de esa misma ciudad.

La diferencia fundamental entre los hombres es quizás el momento en que “termina” su “existencia”. La muerte corporal, suele representar el final del camino, el “fin de la historia” para la mayor parte de estos, mientras que para aquellos que han atisbado la Verdadera Luz y que se propusieron en vida alcanzar esa Identidad con el auténtico Principio Supremo, la muerte no representa más que un simple cambio de estado que en nada afecta a su Esencia Inmortal. Podríamos incluso agregar, que un ser así ES verdaderamente Inmortal y la prueba de ello suele estar en el hecho de que, mientras el recuerdo de los hombre comunes se diluye con el tiempo una vez muertos, el de aquellos a los que nos referimos, pervive y se fortalece, siendo capaz incluso de manifestarse de una manera tanto más poderosa, cuanto mayor es el tiempo transcurrido desde su desaparición corporal. Esto es un hecho incontrovertible, que demuestra claramente, que SÓLO LA VERDAD PREVALECE. Mientras el recuerdo de aquellos ciegos de Espíritu, incapaces de comprender, que en vida le adversaron, se desvanece por completo como polvo en el viento con el paso del tiempo, el recuerdo de este Venezolano Inmortal, de este auténtico MAESTRO, se fortalece cada día en los frutos que ahora exhiben orgullosas las plantas que germinaron de las semillas que plantó, y, como los Grandes, aún en la muerte ennoblece y sigue otorgando bendiciones a través de sus enseñanzas, escritas con la tinta indeleble de la Verdad, y es precisamente gracias a ello que muchos de aquellos que tuvimos la oportunidad de conocerle en vida, probablemente seremos recordados, simplemente, por haber gozado de la dicha y el privilegio de haberle conocido…
Ex – Corde,
O\S\C\LL\SS\PP\ y TT\Q\N\S\MM\
S\F\U\
5 No faltan tampoco los impostores y USURPADORES que a pesar de lo que pretenden “enseñar” o “transmitir”, no hacen sino impostar la función de Instructores, pues olvidan que NADIE PUEDE DAR LO QUE NO POSEE…







Se puede descargar la nota biografica completa en el siguiente enlace:







http://es.scribd.com/doc/73836718/FERMIN-VALE-AMESTI-ALBANASHAR-AL-WALI-EL-MASON-RENOVADOR-BIOGRAFIA










viernes, 13 de mayo de 2011

Masones que no concurren a sus Logias

Para ser Masón autentico no basta figurar en el Cuadro Logial, es necesario quemarse diariamente en la llama de la “OPERATIVIDAD”

Con frecuencia oímos decir que determinado Hermano que no concurre a las Tenidas “es una buena persona”, tiene espíritu masónico pero tiene mucho trabajo, está muy ocupado y los disculpamos en logia. Nunca compartimos esa forma de encarar el problema: siempre creímos que es una benevolencia equivocada, que hace mal a la Orden y hace mal al Hermano. Es muy fácil decir “yo pertenezco a la masonería y desentenderse de todo lo demás”

¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo? ¿Si a la hora de la tenida siempre estuviéramos viendo televisión, leyendo, con los amigos o simplemente durmiendo? A estos Hermanos Muy Buenos se deben esas Logias anémicas, que apenas llenan los principales puestos, que en medio de un general e inevitable aburrimiento arrastran una vida masónica penosa y lamentable. Para ser Masón autentico no basta figurar en el Cuadro Logial, es necesario quemarse diariamente en la llama de la acción y la asistencia al templo.

¿Qué interés, qué estímulo pueden sentir el Venerable Maestro y los Hermanos que concurren regularmente? Esos hermanos Muy Buenos destruyen la base de la institución y ya se sabe que la grandeza de la Masonería radica en su base, es decir, en sus obreros, en todos nosotros. Así la Orden no progresa, no se fortifica, así no cumple con su deber. En cuanto al Hermano si no asiste no puede vibrar con nosotros, no siente el ímpetu de la vida del Taller, perceptible o no pero real y verdadera. Se podrá llamar Masón pero no se puede ser Masón sin concurrir a las Tenidas. Pero hay más; no se puede ser masón si no se integra al CUERPO MENTAL y al plano espiritual de la Logia. Cuando el Venerable Maestro dice “Silencio y en Logia” se crea un cuerpo mental colectivo que nos envuelve a todos. Es entonces cuando la Cadena fraternal, esa cadena de unión que está aplicada al muro, baja hasta nosotros, palpita, se humaniza, nos libera y nos une: nos libera del polvo de todos los caminos, del lastre de la vida profana, de las fuerzas negativas que actúan en nosotros mismos y nos une en un plano superior de bondad, de tolerancia, del afán de superación, es decir, nos une a un nivel masónico: Y esa emoción no la puedo sentir yo ni nadie si estoy sentado en mi casa, leyendo, con mis amigos o durmiendo entre otras cosas.
Si no sabemos cómo opina el Taller o la Orden sobre determinado problema, si no nos formamos en la fragua masónica, si no aprendemos a manejar las herramientas de la vida superior, ¿Cómo vamos a influir; sobre quiénes vamos a influir? Se ha dicho siempre que no deben traerse aquí las pequeñeces y resquemores que nos separan de la vida profana, pero si se deben llevar hacia fuera la comprensión, la tolerancia, el respeto, la fraternidad que prevalecen en nuestra convivencia. ¿Cómo vamos a llevar hacia fuera esas buenas prácticas si empezamos por no practicarlas? Si queremos influir en el mundo profano tenemos que asistir a las Tenidas, por Muy Buenos que seamos.

Hay más, la Orden elige a sus hombres, los educa, los mejora, los transforma, pero ese proceso no se improvisa, no se opera por milagro, no se opera por el sólo hecho de estar en nuestros registros, por Muy Buenos que seamos. La Orden tiene ese proceso perfectamente organizado desde el primero hasta el último grado. Entre nosotros nada responde a la casualidad o la suerte, todo está cifrado en la razón y en el análisis. Es un sistema moral y filosófico “velado por el misterio y embellecido por los símbolos.”, es el más perfecto sistema, sin duda alguna, que el hombre ha creado para su convivencia, pero ese sistema no funciona con entelequias, nombres escritos en Cuadro Logial. ¡No!
Ese sistema funciona con hombres de carne y hueso y esos hombres son su arma, su instrumento y su triunfo: para que ese sistema funcione es preciso concurrir a la Logia.

Hay más: todo lo que aumenta la libertad del hombre aumenta su responsabilidad. La Masonería, para el que la entiende, aumenta la libertad interior, ayuda a pensar, suprema tarea y en consecuencia aumenta y compromete su responsabilidad. Y uno de los primeros deberes que son inherentes a esa cuota de responsabilidad es el de asistir a Logia. Porque cabe preguntar ¿dónde está la vida masónica, el mundo masónico que hemos escogido libremente, la esencia de sus enseñanzas? ¿Estarán en la oficina, en la fábrica, en el estudio o consultorio profesional o en la calle? ¡NO!. Están en la Logia.

Alguien podrá llamarse Masón, decir que figura en nuestros registros, pero nadie puede ser masón si no vive nuestra vida masónica y para eso es imprescindible concurrir a Logia. Puedo resumir y sintetizar todo lo dicho en los siguientes términos; “la finalidad más allá de la masonería, el ideal más puro y la ambición más noble y, a la vez, la tarea más difícil, la superación del hombre, la planificación del hombre, eso, mis Queridos Hermanos, no se obtendrá nunca con masones que no asisten a Logia”. [1] “La sabiduría consiste en sentirse siempre Aprendiz”. Que el Gran Arquitecto del Universo los ilumine.

Fuente: http://rey-salomon.blogspot.com/2010/08/masonesque-no-concurren-sus logias.html

Notas
[1] Las tenidas son eso: Ten y da, y la debemos hacer nosotros, no que ellas nos hagan. Todo lo interesante o aburrido depende de qué es lo que queramos aprender o perder el tiempo.

Compilado por el Q:.H:. Jose Luis Jimenez Mirabal
V:.M:. Sol de América 37

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