jueves, 23 de julio de 2009

CODIGO MORAL MASONICO

Venera al Gran Arquitecto del Universo.

El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste principalmente en las buenas obras.

Ten siempre tu alma en un estado puro, para aparecer dignamente delante de tu conciencia.

Ama a tu prójimo como a ti mismo.

No hagas mal para esperar bien.

Haz bien por amor al mismo bien.

Estima a los buenos, ama a los débiles, huye de los malos, pero no odies a nadie.

No lisonjees exageradamente a tu hermano pero reconoce sus aciertos. Acepta su reconocimiento con modestia, como un aliciente.

Escucha siempre la voz de tu conciencia.

Sé el padre de los pobres; cada suspiro que tu dureza les arranque son otras tantas maldiciones que caerán sobre tu cabeza.

Practica la caridad.

Respeta al viajero nacional o extranjero; ayúdale: su persona es sagrada para ti.

Evita las querellas, prevé los insultos, deja que la razón sea tu guía.

Parte con el hambriento tu pan y a los pobres peregrinos mételos en tu casa. Cuando vieses al desnudo, cúbrelo y no desprecies tu carne en la suya.

No seas ligero en airarte, porque la ira reposa en el seno del necio.

Detesta la avaricia, pero administra tus bienes materiales con cuidado, para que a tu vejez sustenten tus necesidades, protejan a tu familia y beneficien a tus Hermanos en desgracia. Quien amasa riquezas ninguna fruta sacara de ellas y esto también es vanidad.

Huye de los impíos, porque su casa será arrasada: mas las tiendas de los justos florecerán.

Sigue la senda del honor y de la justicia. En la senda del honor y de la justicia esta la vida; mas el camino extraviado conduce a la muerte.

El corazón de los sabios está donde se practica la virtud y el corazón de los necios donde se festeja la vanidad.

Respeta a las mujeres, no abuses jamás de su debilidad y mucho menos pienses en difamarlas.

Si tienes un hijo, regocíjate; pero sé consciente del depósito que se te confía. Haz que hasta los diez años te obedezca, hasta los veinte te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los diez años se su maestro, hasta los veinte su padre y hasta la muerte su amigo. Piensa en darle buenos principios antes que buenas maneras; incúlcale rectitud esclarecida y no frívola elegancia. Haz un hombre honesto antes que un hombre hábil.

Si te avergüenzas de tu destino, tienes orgullo; piensa que aquel ni te honra ni te degrada; el modo con que cumplas te hará uno u otro.

Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja, ocúpate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo.

Conténtate de todo, por todo y con todo lo que no puedas mejorar con tu esfuerzo. Pero cuando te sientas capaz de hacerlo, pon todas tus facultades en la tarea.

No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no reproches ni menos alabes; antes procura sondear bien los corazones para apreciar sus obras.

Se entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde sin bajezas; y entre los hermanos, firme sin ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumiso sin ser servil.

Habla moderadamente con los grandes, prudentemente con tus iguales, sinceramente con amigos, dulcemente con los niños y eternamente con los pobres.

Justo y valeroso defenderás al oprimido, protegerás al inocente, sin reparar en los servicios que prestares.

Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás mas que al mérito personal, sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna.

martes, 21 de julio de 2009

FERMIN VALE AMESTI, LA OBRA TRASCENDENTAL DEL "MAESTRO DE CARACAS"



POR: JOËL POZARNIK *



"Por sus frutos los conoceréis".

El 11 de Agosto de 1999, día de luna negra, fue también la fecha del último eclipse anular de Sol del segundo milenio de la Era Cristiana. Esta noche, en el cielo de Caracas, capital de Venezuela, se formaba también una Cruz Santa: Marte opuesto a Saturno, Sol/Luna opuesto a Urano, en los cuatro signos fijos…. En la noche del 11 al 12 de Agosto, a las 3:00 am, en un modesto apartamento del municipio Chacao, una zona comercial de Caracas habitada principalmente por los inmigrantes españoles y sus descendientes, fallecía en su biblioteca de forma rectangular, sentado en su sillón de cuero negro en el cual solía meditar, Fermín Vale Amesti, Pasado Gran Maestro de la Gran Logia de la República de Venezuela (1959-1961). Él se fue mirando hacia el Este, rodeado de las fotos de René Guénon, del Sheik Al-Alawi, y de quienes fueron sus instructores. Cuando el sol se levantó el 12 de Agosto, como cada mañana empezó a resaltarse por el largo ventanal situado al Norte de la biblioteca, la imponente silueta del Avila, la frondosa montaña que domina el Valle de Caracas. Era un día como cualquier otro, salvo que ese día, Albanashar-Al-Wali había dejado su envoltura de carne y se encaminaba hacia el Oriente Eterno.

Fue velado en el Templo principal de la Gran Logia de la República de Venezuela, situado en el centro de Caracas, de Jesuitas a Maturín; durante horas, en un respetuoso y silencioso homenaje, se relevaron hombres y mujeres para formar lo que terminó por ser una guardia permanente. A todos ellos y ellas, él les había dado, muchas veces sin contar, Conocimiento, Fe, Alegría, Fuerza y Esperanza. Durante la Tenida Fúnebre, la Gran Cámara del Gran Templo estuvo repleta. Las autoridades de la Gran Logia que participaron en el Ritual Fúnebre se dejaron poco a poco "contagiar" por la emoción que reinaba en las columnas. El Gran Orador mencionó en su discurso, que "Fermín Vale Amesti había muy probablemente anunciado la Masonería del Siglo XXI".

En el cementerio, con la última palabra de un breve ritual leído por el mismo Gran Orador, cayó ruidosamente una primera gota de lluvia, y una segunda, y una tercera, y en un instante, cayó un violentísimo y breve aguacero. El Cielo de Caracas lloraba al Maestro.

¿Quién era Fermín Vale Amesti?

¿Aquel hijo de Manuel Ignacio Vale Nava y de Rafaela Amesti de Vale, nacido el 25 de Septiembre de 1923 en el pueblo de Encontrados (Estado Zulia, Venezuela)?

¿Aquel hombre sencillo que solía caminar en las calles comerciales de Chacao vestido de un pantalón blanco y de una camisa blanca, y que alegraba con sus chistes a los vendedores de los kioscos de periódicos y de las numerosas tienditas de esa zona? ¿Aquel hombre que al final de cada uno de sus chistes, se reía con una carcajada contagiosa, como si fuera la primera vez que lo contara y como si fuese el mejor chiste del mundo?

¿Aquel hombre conocido por sus vecinos como un hombre exigente, de una inmensa cultura y de una gran inteligencia, que obligaba a cada uno a pensar bien lo que iba a decir antes de intercambiar ideas con él?

Todo eso era la apariencia, todo lo que él no era en esencia: para un verdadero iniciado, la individualidad no tiene la menor relevancia. Él consideraba altamente inmoral hablar públicamente de la vida privada de los Iniciados, y develar sus correspondencias. Tampoco le gustaba que los detalles relativos al camino seguido por un iniciado fuesen hechos públicos: cada camino es único e íntimo, razón por la cual no puede ser de utilidad a nadie más, y tiene que quedar en el dominio de lo privado. Enseñaba que un verdadero iniciado debía quedar en el anonimato; pero si por alguna circunstancia, tuviese que ser proyectado a la luz pública – posiblemente por sus dones de escritor–, debía ser conocido y reconocido únicamente por sus Obras: "Por sus frutos los conoceréis", y las Obras de Fermín Vale Amesti pertenecen al dominio de la trascendencia.

Espiritualmente, Fermín Vale Amesti pertenece a la gran familia espiritual del Maestro de Blois, René Guénon. Sin haberlo conocido personalmente, asimiló sin embargo los grandes principios de la doctrina metafísica universal, tal como René Guénon los expresó. Estuvo en el origen de la amplia divulgación de estas enseñanzas en Venezuela. Mantuvo relaciones fraternales con Alexandre Rouhier, el dueño de la editorial Vega, editorial que publicó varios de los libros de René Guénon. Inspirado por estos principios metafîsicos, Fermín Vale Amesti trató de restaurar la doctrina de la Masonería de Tradición aplicando estos principios a esta forma tradicional específica, y apoyándose sobre su propio grado de realización espiritual, pero sin jamás pretender la infalibilidad. Quiso contribuir a devolver a la Masonería su capacidad operativa para conducir a las almas en búsqueda de la Luz a una verdadera realización espiritual. Su nombre iniciático hablaba de su función espiritual: AL-BANAH (el Masón), NASHAR (Revivificar, Regenerar), ALBANASHAR.

El "Maestro de Caracas"

Si bien Fermín Vale Amesti era un Iniciado de dimensión Universal, tenía consciencia de que su trabajo estaba dirigido en prioridad al continente Latino Americano. No dudaba de que a ese continente le estaba prometido un brillante futuro "cuando los tiempos hubieran llegado". Trató de expresar la Tradición de una manera adaptada a la forma de ser y de vivir del Latino Americano. Esperaba que su trabajo espiritual serviría de fermento a la mente de esa raza en formación, en pleno proceso de integración, y que necesita de una espiritualidad adaptada a sus características. Quería formar en Venezuela en particular, y en América Latina en general, aquella "elite" de la cual habla René Guénon, convencido de que la evolución de algunos individuos podía producir la evolución de su raza, y de la humanidad en general; convencido también de que Venezuela, por estar simbólicamente situado a la cabeza de América del Sur, sin pretender la exclusividad, tenía que jugar un papel en la formación de la elite espiritual del continente.

Solía recibir en un apartamento a las almas sedientas de Verdad y podía pasar horas explicando los conceptos metafísicos más complejos de una manera extraordinariamente sencilla. Para contestar a ciertas preguntas de sus visitantes, solía extraer de su inmensa biblioteca los libros que contenían elementos de respuestas o símbolos que sintetizaban el Misterio que interpelaba al invitado; una vez comprendido el principio, solía evocar un refrán popular chistoso que expresara sencillamente aquella complejidad. En su mesa de estudio, nunca faltaba una bebida sencilla pero tan exquisita que parecía que los propios Dioses la habían elaborado. Nunca faltaba una risa, ni una atención a las inquietudes de las almas que se le acercaban. ¿Cuántos llegaban con el dulce calor ventoso de una mañana soleada, y se iban en la fresca oscuridad de la noche, con el Corazón lleno de Esperanza, de Fe, de Fuerza, de un entusiasmo alegre para hacer frente a la vida cotidiana, y para empezar o seguir en el Camino Iniciático? Probablemente, centenares.

A pesar de eso, no quería ser llamado "Maestro". Pretendía que él no hacía nada sino repetir lo que sus maestros le habían enseñado. Huía del culto a la personalidad como de la peste: "yo soy un hombre común" solía decir: "Lo importante no es el ser humano, sino el principio que el ser humano simboliza". No le hubiese gustado que alguien lo llamara "El Maestro de Caracas". Y sin embargo, su talento excepcional y su extra-ordinaria capacidad pedagógica para la enseñanza iniciática son señales inequívocas de un instructor legítimo de un muy elevado estado de consciencia espiritual. Es la marca de un verdadero Maestro no querer ser llamado "Maestro".

Qué es el "Retorno de Henoch"

Su Obra puede ser encontrada en el Corazón de los que lo conocieron. Dejó también una Obra escrita de una importancia trascendental, aún si todavía, está en su mayor parte inédita. Pudo publicar uno solo de sus manuscritos: Le Retour d'Henoch, o la Maçonnerie qui revient (Ediciones Téletes, Francia) fue publicado en francés en 1993; a pesar de que la redacción del manuscrito culminó en 1982, la versión española del libro no fue publicada sino en 1994, en la Editorial Pomaire (Caracas), bajo el título El Retorno de Henoch, o la Masonería Primigenia. Dejó también otros seis manuscritos inéditos con numerosas enseñanzas de la más alta espiritualidad. Dedicó su vida a anunciar "El Retorno de Henoch" y a preparar a las nuevas generaciones para vivirlo. ¿Pero qué es lo que entendía por "El Retorno de Henoch"?

El Retorno de Henoch es a la vez la llegada de un nuevo ciclo cósmico, una nueva civilización, y una nueva humanidad y al mismo tiempo, la llegada de una espiritualidad adaptada a esa nueva humanidad. Llegada que no es sino el regreso de una espiritualidad de tipo solar, es decir, iniciática, el regreso de las más altas posibilidades de realización espiritual a través de la Gnosis, y finalmente, el regreso de las verdaderas Escuelas Iniciáticas, y entre ellas, la Masonería de Tradición, como medio que pueden utilizar las almas cualificadas para alcanzar la realización espiritual.

El Retorno de Henoch es a la vez un libro y un mensaje: ese mensaje no ha sido inventado por el autor. Era bien conocido en los medios tradicionales desde muchos años. El aporte de Fermín Vale Amesti pudiera resumirse en dos puntos principales: por un lado, él dio una forma escrita a este mensaje, a fin de que pudiera ser divulgado –sin ceder a la tentación de la vulgarización– fuera de los medios especializados; por otro lado, anunció que el Retorno de Henoch ya no era una profecía a largo plazo sino una realidad del momento.

Una nueva humanidad

Escribía Fermín Vale Amesti: "La profunda crisis espiritual que estamos viviendo en nuestro mundo de hoy, justamente en los momentos más próximos a transponer un Nuevo Ciclo; crisis que ha producido la más grande alteración de todos los valores espirituales y éticos de la humanidad; que ha exacerbado el materialismo, la subversión y la anarquía en todos los órdenes, y que va minando cada día más a la frágil y corruptible naturaleza humana, deslizándola hacia los fines inconfesables de la Gran Confabulación, sólo aspira a convertir al hombre en un simple 'robot' a fin de poder manipularlo de acuerdo con los más infames, humillantes y sucios intereses. Todo eso debe hacernos comprender que nunca como hoy, se hace imperativa una escogencia selectiva de las minorías más calificadas en el ámbito espiritual, para constituir el fermento de una Nueva Cultura y nueva Civilización, que pueda orientar y dirigir a todos los seres de buena voluntad, como minoría rectora del Nuevo Ciclo que se inicia; para que pueda vivificar todos los estratos sociales y coadyuvar en la transformación de los mejores elementos humanos que son la esperanza para el establecimiento definitivo y permanente de la Fraternidad y de la Paz sobre la Tierra. Recordemos las frases de Arnold Toynbee: 'En los momentos de crisis de cualquier civilización ciertos individuos se vuelven del mundo exterior a la vida interior de la psiquis y , descubriendo allí un nuevo rumbo de vida, regresan al mundo exterior para formar una creativa minoría que actúa como una levadura para la renovación de esa civilización. (…) Y a comenzar una nueva y maravillosa Edad en la historia de la humanidad (…)'".1 Esta nueva civilización tenía que ser más espiritual, más amplia y luminosa.

Para él, estamos ya en la Aurora de esa nueva Humanidad: "Los dorados rayos del sol renovado que alumbran a esta Nueva Aurora de la Humanidad, son portadores de una fuerza espiritual bienhechora que puede ser advertida por quienes han abierto los ojos del espíritu a la Luz Primordial Infinita del Sol Eterno Espiritual que se hará sentir en sus Corazones, porque la gloriosa hora de la Renovación prometida dará comienzo al Séptimo Milenio, el primer día del primer año Enochiano, correspondiente al Solsticio de Invierno del año de 1985. Señales en el Cielo, visibles en las Latitudes de la 'Cruz del Sur' (entre los 16 y 18 grados Latitud Sur), las mismas señales que en su momento marcaron también el nacimiento de Henoch: nos indicará en la víspera de Navidad ya señalada, que el retorno de Henoch es un hecho cumplido, la 'marca' de una Renovación Espiritual plena que constituirá el punto de partida de un Nuevo Ciclo Cósmico para toda la Humanidad" 2

"Es así como un viejo ideal de la Humanidad de ayer se ha de convertir en la conducta de la nueva humanidad de la Edad que se levantará 'desde la tumba' de la noche del pasado, en la más grande gloria de un Nuevo Ciclo: el Retorno de Henoch.3

El Regreso de la Tradición Iniciática…

"Henoch representa y simboliza la Tradición Iniciática, la Escuela con su Doctrina desde la remota Época antediluviana." 4 escribió Fermín Vale Amesti. Él pensaba también que con el Retorno de Henoch, se tenía que desarrollar una espiritualidad que dejara el fanatismo religioso detrás de ella5. Las diferentes religiones se han convertido en una "Manzana de la Discordia", "sobre todo cuando las personas creen tenazmente que la religión a la cual pertenecen es la única verdadera y que las demás son falsas y carentes de sentido … El concepto estrecho de la religión enceguece de tal modo que no permite ver o apreciar la parte de verdad que también hay en otras Religiones; la belleza, la profundidad de sus creencias. El fanático, el mojigato y el monomaniático religioso son los fomentadores de la DISCORDIA, los sembradores de odios, altercados y disputas. … El conflicto, la lucha, y LA DISCORDIA entre las diversas religiones surge por ignorancia o desconocimiento… En el mundo desacralizado, materialista e incrédulo en que estamos viviendo, hace falta recordar a quienes lo hayan olvidado, como a los que nunca lo sospecharon siquiera, que somos todos, sin excepción, recipientes y portadores del ESPÍRITU… El mundo será tan 'bueno' o tan 'malo' como cada uno de nosotros… es imperativo renunciar al fanatismo, al odio, a la incomprensión y a la indiferencia por las opiniones y creencias diferentes a las nuestras. Aceptemos los valores positivos de otros conceptos distintos a los nuestros, pero que no por ello dejan de ser valores positivos, verdades que, aunque contradictorias se unifican en LA VERDAD TOTAL."

Él pensaba que el Retorno de Henoch implicaba el retorno de las Escuelas iniciáticas; "El Retorno de Henoch es el retorno de la tendencia progresiva de evolución espiritual, polarizada en los seres humanos 'despiertos' que van a estructurar e impulsar la renovación, la revivificación (Nashar) y enderezamiento o reparación de la Tradición Iniciática en la Nueva Edad que comienza, a fin de que la Humanidad pueda ser conducida en su esfuerzo ascendente, por medio de la recuperación de una Vía Espiritual que restablezca todas las cosas en el orden natural y restaure a su 'estado primordial' su unidad originaria. En esta reedificación de la Tradición Esotérica, las Escuelas Iniciáticas tienen una gran tarea que realizar, preparando a quienes reúnen las calificaciones imprescindibles, para transmitirles la Enseñanza acerca del 'Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal', para que mediante el trabajo personal, el Iniciado puede neutralizar el Binario y conocer el Secreto que resuelve el enigma de la Esfinge."6

"Al final de los tiempos, dice Hervé Masson, Henoch y Elías abandonarán su exilio, regresando para brindar testimonio del Reinado de Cristo. El 'germen iniciático' que ha sido conservado en el seno de algunas órdenes Iniciáticas, servirá de apoyo para preparar la restauración final del reino de los justos"7.

"El retorno de Henoch trae consigo la restauración del brillo y esplendor de la Tradición iniciática que la ocultación durante el ciclo de tinieblas le había despojado (Post tenebras lux). Es el retorno a la toma de posesión de los estados superiores del ser; el ser que realiza en sí al Hombre Universal como punto de partida para hacer posible la ascensión mas allá de los estados condicionados."8

… y entre ellas, de la Masonería de Tradición

"El Retorno de Henoch es portador de un fluido animador que restituirá las fuerzas gastadas, que actuará como un agente reparador y reconstituyente de lo que se usó y declinó. Traerá la Regeneración, la revisión y la puesta a punto de todo lo Tradicional, para un Nuevo Ciclo que va a comenzar con la estabilización, la armonía, y la justicia, para asegurar la Renovación (NSHR) y conservación de los valores perennes de la Tradición; porque no hay ningún bien que en esta vida no se torne hacia lo peor, y la corrupción de lo mejor es la peor de todas: corruptio optimi pesima. Ese Agente Reparador ayudará en la tarea de la transmutación de lo vil y de lo corrompido en lo noble y lo íntegro dirigido hacia el bien. Tal es el 'espíritu' de la Masonería invisible y triunfante, la Masonería de siempre, la Masonería que retorna."

Se dedicó a explicar, en otro manuscrito concebido como un curso propedéutico9 para candidatos a la Iniciación, lo que es realmente la Masonería de tradición. "La Iluminación que se logra con el Método Iniciático, no tiene nada que ver con los procesos psicológicos, con las fantasías de los ocultistas y los descarríos de algunos místicos. Se trata de la adquisición permanente y definitiva de la Gnosis, que al permitir la conciliación de los opuestos del mundo de la dualidad, descubre mundos inéditos y coloca al Iniciado en condiciones de ponderar los variables aspectos de las aparentes complejidades de lo efímero, lo fugaz y lo transitorio, tanto como valorar lo realmente eterno e inmutable. El Iniciado REAL, el Adepto que ha realizado la Gran obra interior, es un ser RE-integrado a sus primeras propiedades, virtudes y potencias espirituales. Es el Hombre INTEGRAL e INTEGRADO, el Hombre SÍNTESIS, de dimensión Universal o Cósmica…

"La verdadera MISIÓN de la Masonería de Tradición, como la de toda Escuela Iniciática de Misterios, es la de proporcionar al individuo cualificado para ellos, las posibilidades de alcanzar el rebasamiento prodigioso pero real de lo humano o individual, el Principio REAL, el SER VERDADERO. ... La Vía Iniciática permite a quien la culmina con éxito, encontrar el Camino hacia el Conocimiento Verdadero y Trascendente que está inmanente en él y que determina la razón de su existencia."

El Regreso de la Gnosis como medio de realización espiritual

Decía Fermín Vale Amesti que "la efusión inagotable de las Aguas de Vida, la Gnosis Eterna que el bello Simbolismo Astrológico representa por la Inmaculada Linfa que Ganímedes el 'copero de los dioses', vuelca con efusiva generosidad desde el azul del cielo, promulga el amanecer de la nueva Edad de oro."10

Para él, la verdadera Gnosis no podía ser explicada ni por el dogmatismo religioso ni por los eruditos y científicos, por la sencilla razón de que es imposible reducir al dominio de los conceptos racionales un asunto que pertenece por entero al dominio del Conocimiento Supra-Racional. La Gnosis es un medio, "el Camino o La Vía para alcanzar la Recuperación consciente de nuestra inherente naturaleza divina. El FIN, o el objetivo de La Gnosis es el encuentro de Dios en nosotros… La Gnosis es la identificación con la Pura Consciencia, el Conocimiento Integral que se manifiesta en el Centro del Ser… Ese Conocimiento guía el juicio y la Comprensión que embellece el Alma con el Esplendor de la Inteligencia y la viviente expresión de la Intuición Divina que sobrepasa infinitamente sus prefiguraciones en la mente, porque la Visión Espiritual del Hombre es el Puro y Real Intelecto que rige 'El Jardín del Corazón'".11

Unas almas cualificadas

El Iniciado de la Época del Retorno de Henoch es un ser cualificado para la Vía Iniciática, preocupado por cambiarse a sí mismo como una manera de cambiar al mundo, " 'Todo lo bueno se difunde' decía Platón".

"Henoch, el Maestro de Justicia (el Gran Copto), y Revelador de la Gnosis, regresa con su Balanza para equilibrar las Fuerzas de nuestro Universo y la armonía de los corazones. Para que cada uno pueda matar a 'los Reyes de la Fuerza desequilibrada' en su propia naturaleza. Es el poder de Luz Inmanente fluyendo hacia la Individualidad, hacia el 'hombre inferior', porque el estado de equilibrio interno es la base de la Gran Obra".12

"Un verdadero Iniciado es un hombre responsable de sí mismo, de sus pensamientos y de sus actos, viviendo siempre en estrecha comunión con la Gran Alma del Universo, obedeciendo a la Leyes Divinas, y actuando en perfecta armonía y paz con todos los seres en todos los planos de existencia. Si cada ser humano se decidiera a 'encender su luz', el Mundo destellaría como mil soles."

"Si sabemos hallar en nosotros mismos la quietud mental, el relajamiento corporal, la temperancia, la paz y el silencio, también serán un logro para nuestro hogar, para el barrio, para la ciudad y para el país donde vivimos. 'Un carbón solo no puede hacer fuego. Pero cuando se junta un numero suficiente de carbones, el calor latente en cada uno de ellos puede convertirse en llama que emite luz y calor'. Obedezcamos a esa misma ley de la Naturaleza, para que acumulando nuestras aspiraciones espirituales y unificando nuestros esfuerzos, podamos crear un Gran Hogar común para una Nueva Humanidad que ya ha comenzado a establecerse, con la reaparición entre los hombres del Conocimiento Arcano, el advenimiento de la Verdad Eterna, por tantos siglos obscurecida y en ocultación."

"En esa nueva tónica de vida que debe ser la acción creadora de la vivencia diaria, de la Vida Iniciática de cada uno, la tarea concreta del Iniciado es obligante e impostergable, pues no solamente le corresponde la autoexigencia de su propio perfeccionamiento, sino también la lucha contra las condiciones adversas de la vida, que actualmente la hacen alienante y casi insoportable."13

"Acojamos con ardoroso entusiasmo ese impulso espiritual de renovación creadora que ha comenzado a manifestarse en el Mundo. Nunca antes como hoy está justificada la antigua divisa: 'Quiero saber para poder servir'. Por eso fue dicho: 'Por sus frutos los conoceréis'. Esa es la verdadera Obra de Construcción que el esfuerzo creador del genuino Masón puede y debe ofrecer y aportar para el progreso espiritual de la Sociedad en que vive. Su deber es de crear, es decir, de rendir fruto de los dones o 'talentos' que ha recibido. Después de su lucha en el mundo íntimo, debe comenzar su realización en el mundo que lo rodea; ayudando a esclarecer el pensamiento de la Humanidad que está al borde de la demencia y amenazada por los más terribles acontecimientos que jamás se creyeron posibles."

Reconocimiento en Francia y en Venezuela

El libro Le Retour d'Henoch fue vendido en unos 2000 ejemplares en Francia. El famoso escritor masónico francés, Jean-Jacques Gabut, escribía en el Diario "Le Progrès14", de Lyon: "Es una obra muy personal y original que el venezolano Fermín Vale Amesti ha querido consagrar al Retorno de Henoch que, para él, coincide con una renovación profunda de la espiritualidad y un renacimiento de la verdadera Gnosis. Situándose en la perspectiva de la Masonería Tradicional, Vale Amesti aporta en este estudio, de una riqueza y de una inteligencia admirables, una suma de conocimientos que cautivará a todos los que saben leer con el ojo del corazón".

La revista francesa "Le Monde Inconnu15" comentó: "El Retorno de Henoch de Fermín Vale Amesti, Past Gran Maestro de la Logia de Venezuela, se cuenta ya entre las obras más importantes que enriquecerán sin duda alguna, no sólo el patrimonio iniciático de la Francmasonería, sino la visión del investigador apasionado por la autenticidad".

El escritor Philippe Bouet, autor de Le Divin Commerce16, menciona que El Retorno de Henoch es "un muy buen libro… una verdadera iniciativa de regeneración de la Franc Masonería en su función iniciática y metafísica, tradicional y escatológica, y su espíritu es muy loable y sin ambigüedad… Son excelentes y muy numerosas las citas bíblicas y sufíes, además de muy bien escogidas… Lo escrito por el autor mismo es perfectamente ortodoxo y refleja honestamente la enseñanza de Rene Guénon… Se nota también una crítica inteligente a las desviaciones 'obedienciales'"17.

En Venezuela, el escritor-editor Juan Liscano, quien en vida fue un amigo personal de Jean Bies, comentaba: "Admiro su inteligencia, su cultura simbólica y masónica (…) El extenso y sólido libro de Fermín Vale ofrece al lector el más apasionante recorrido por un cuerpo de enseñanzas cuyo efecto sobre el espíritu resulta vivificador y sobre la inteligencia, renovador y liberador de la inmensa alienación mental producida por los mass media... En un espacio como este no cabe, ni siquiera resumir las 283 páginas de Le Retour d'Henoch, pero sí señalar (...) la importancia de esta obra y la perspectiva de renovación interior e intelectual que ofrece (...) Libros como el de Fermín Vale Amesti, al refundir el gran conocimiento masónico tradicional, con su inagotable riqueza simbológica, contribuyen a oponerse al satanismo contrainiciático tan en boga, comercializado por videos e integrado ya en las expresiones de la época.18"

Conclusión

En Venezuela, 7 años después de su paso al Oriente Eterno, la Luz del Maestro de Caracas sigue atrayendo nuevas almas hacia el Camino Iniciático. Por la claridad de sus exposiciones, la perspectiva espiritualmente exaltante que él plantea, y por la altura de sus puntos de vista, su Obra reúne una suma de Conocimientos Iniciáticos de primera importancia para las jóvenes (y menos jóvenes) generaciones. ¡Ojalá puedan otras almas del mundo hispano en búsqueda de la Verdadera Luz aprovechar un día sus frutos espirituales, que sólo una vida dedicada hasta el sacrificio, a la Tradición, le ha permitido producir! Sin pretender haber sido el único, Fermín Vale Amesti fue indudablemente uno de los seres más espirituales de la América Latina del siglo XX.

NOTAS
* Nacido en Francia, Joël Pozarnik vive en Venezuela desde 1982. Ensayista y escritor masónico, ha publicado varios artículos sobre temas iniciáticos en la revista "Monades" (Francia) y "Celebrate Life" (EUA), y tiene actualmente dos libros en preparación sobre la Masonería. Ha traducido al francés, bajo la guía de su autor Fermín Vale Amesti, los libros El Retorno de Henoch (Editorial Pomaire, 1994), y el manuscrito todavía inédito Las Huellas del Sendero.
1 El Retorno de Henoch, p. 244-245.
2 Idem, p. 247.
3 Idem, p. 251.
4 Idem, p. 244.
5 Manuscrito «La Manzana de la Discordia» (inédito).
6 Idem, p. 245.
7 Idem, p. 53.
8 Idem, p. 53.
9 Manuscrito «Propedéutica Masónica» (inédito).
10 Idem, p. 251.
11 Capítulo I, Manuscrito «La Gnosis» (inédito).
12 Idem, p. 243.
13 Idem, p. 245.
14 Edición del 21 de Mayo de 1993.
15 Número 149, 1993.
16 (El Divino Comercio), Editions Harriet/Hélette, France, 1995.
17 Carta del 20 de Enero 2000.
18 Revista "Exceso", Caracas, Junio 1993.




miércoles, 15 de julio de 2009

Los Solsticios

Para nosotros los masones, las fiestas solsticiales tienen una profunda significación filosófica.

Los solsticios representan el eterno contraste de la luz y la oscuridad, de la vida y la muerte y el eterno renacer de la creación, donde nada puede ser destruido, solo transformado en los tres estados naturales, sólido, líquido y gaseoso, es el ave fénix que siempre renace de sus cenizas.

Los solsticios representan la armonía cósmica, que permite observar, año tras año, como se cumplen con asombrosa regularidad, de acuerdo a las leyes físicas de su relación con la tierra, prolonga los días o las noches, haciendo que la naturaleza cumpla inexorablemente sus ciclos biológicos.

Astronómicamente, los solsticios se realizan cuando el sol se encuentra cruzando el Trópico de Cáncer (verano), haciendo que los días sean mas largos, en el hemisferio boreal, ocurriendo todo lo contrario en el Trópico de Capricornio (invierno), en el hemisferio austral.

Para él hombre, el invierno es como la incomprensión, la deslealtad, el halago de los mediocres, el acomodo, la crueldad de los ambiciosos y el descaro del intolerante para defender su obsesión. Sabe que su convivencia con la naturaleza no es fácil, pero es bastante más difícil su relación con la destrucción, la opresión, la injusticia y la desigualdad humana.

En primavera, en cambio, trae la serenidad, porque la naturaleza renace con todo su esplendor, el sol retoza amablemente entre los valles y montañas, permitiendo a toda forma de vida vegetal reverdecer y florecer, llenando el mundo con pinceladas de múltiples colores y agradables aromas.

Nos permitimos observar desde nuestra pequeña concepción cósmica como el supremo regulador de la vida, luego de hacernos padecer sus inclemencias, nos permite convivir con la brillante renovación de la vida. Las aves construyen sus nidos, las abejas producen su mejor miel, las bestias se aparean, haciendo posible la perduración de su especie; es así como comprendemos que lo vivido es una dura pero necesaria experiencia, su razón hace que pueda superar con coraje sus miles de limitaciones y defectos y los desafíos de lo sobrenatural. Comienza a sentir el ser humano los signos de dignidad que le son consustanciales, encuentra los valores éticos del ser racional que le son ineludibles e irrenunciables, le reconforta saber que puede compartir su espíritu individualista con su hermano hombre y lograr juntos una sociedad solidaria en sus necesidades e ideales.

La primavera hace florecer en su interior la fraternidad que nos permite entregar a nuestro hermano hombre, respeto, justicia, lealtad, tolerancia, desarrollo cultural, crítica y halago con sentimientos de perfección y para que el hombre puede disfrutar de todas estas cosas maravillosas, el último día de la primavera es el más largo del año, excelente lección del G:.A:.D:.U:., ofreciéndonos con grandeza las cosas buenas para que las disfrutemos en extenso.

Al celebrar este solsticio de verano nos recuerda que es momento de cambios, hagamos, pues, que el solsticio que celebramos nos haga sentir la perfección con que el G:.A:.D:.U:. hace sus cosas, alimento de nuestro espíritu, a fin de que se convierta en semilla de la fraternidad, la misma que caída en terreno fértil genera un frondoso árbol, cuyas ramas se extiendan como amparo para nuestro hermano hombre, ávido de alimento corporal y espiritual, sediento de justicia y de libertad, inquieto para lograr el respeto a sus ideas, buscador incansable de un centro de unión en el que reine la tolerancia para los conceptos religiosos, políticos, de cultura o nacionalidad.

Es pues en verano que, con la plenitud de la luz, que se maduran los frutos, como a nosotros nos hacen madurar en ilustraciones y conocimientos las enseñanzas de nuestra madre logia.

El masón debe evaluar los factores de la naturaleza que influyen en su vida para que en el esfuerzo de conquistar nuestra naturaleza humana hallemos en aquello que nos brindan los medios, la fortaleza suficiente con la que superemos las dificultades de nuestra existencia.

Cuando niños aprendemos por instinto a caminar, a hablar, a dormir y despertar, pero necesitamos de nuestra madre para alimentarnos y gozar confortablemente en su regazo.

En la juventud, apasionada, agresiva, reformadora, irrespetuosa, rebelde, impulsiva, de vida en plena libertad, sin ataduras a los conceptos y a las formas, hacemos en ella la idealización de nuestros actos, procurando que el mundo sienta la necesidad de cambiar, si es a nuestro modo de pensar mucho mejor.

Cuando adultos, se van formando nuestros pensamientos, ideas y nuestro propio carácter, dejando de lado el idealismo fácil y placentero, buscando y encontrando que la renovación es vida, o que la vida es renovación, dándonos a entender que debemos devolver siempre el beneficio recibido. La dedicación y afecto de los que amamos serán siempre un norte de nuestras acciones, devolviendo ternura, instrucción, reconocimiento y respeto a cuantos nos rodean, logrando, de esta forma, el equilibrio emocional propio de la adultez.

Que este nuevo solsticio, que éste cambio que hace la naturaleza, nos haga meditar en la necesidad de reactivar nuestra voluntad de renacer, que nos haga reflexionar en la necesidad de compartir el alma, cual semilla de fraternidad, que nos repitamos cada día que cada ser humano requiere ser levantado de sus desgracias.

Hermanos, la tiniebla mas breve y el día más largo han llegado a la cita habitual, el verano se abre esplendoroso pleno de sol y de esperanzas y tenemos la certeza que todo hombre tiene el derecho que lo saquemos de la infamante tumba donde lo han postrado el egoísmo, la ambición, la traición, la felonía y la hipocresía.

El próximo 24 de Junio será el próximo solsticio y nos recuerda queridos hermanos que cada día debemos poner lo mejor de nosotros mismos en procura de ser mejores HOMBRES DE BIEN, libres y de buenas costumbres, para que nadie diga que hemos trabajado en vano.


sábado, 20 de septiembre de 2008

La Oracion y la Caridad

La Oración y la Caridad



Aunque se me impuso el orden: Oración y Caridad, he querido invertirlo de manera que mi confusión recurrente en estos temas profundos se acomode al orden necesario en mí. Por esto, creo que es justo comenzar hablando sobre la virtud de la Caridad, virtud ésta que no deja de prestarse a ciertas confusiones no sólo de ejecución sino también confusiones teóricas que en el desarrollo este tema de reflexión se me han ido aclarando.
La Caridad conforma junto con la Fe y la Esperanza las tres virtudes teologales, entonces para poder hablar de ella es necesario aclarar un poco el significado de virtud, que es a fin de cuenta a lo que le levantamos templos nosotros los Mas:. Virtud: (Latín virtus: viril, fuerza de carácter) Virtud es una propensión, facilidad y prontitud para conocer y obrar el bien. Virtud es un buen hábito que capacita a la persona para actuar de acuerdo a la razón recta. Hace de su poseedor una buena persona y hace sus actos también buenos. La virtud es el esfuerzo que domina a las pasiones, dice nuestro ritual; debe haber lucha para que exista, lucha contra nuestra propia naturaleza. Pero dice el ritual que: no debe confundirse, la virtud con la honradez, ni la benevolencia ni con la caridad, porque la primera se halla en los apáticos, la segunda en los débiles y la tercera puede unirse con el vicio. Esto realmente se me torna confuso y no tengo explicación para esta recomendación, pido a quienes puedan aclarar un poco esto me ayuden. Porque ¿Cómo puede una virtud teologal estar cercana al vicio?
Lo que pienso es que la caridad es confundida con la limosna, la conmiseración y lástima hacia el prójimo, y no es esto la Caridad. Caridad es la virtud sobrenatural infusa por la que la persona puede amar a Dios sobre todas las cosas, y amarse a sí mismo y al prójimo por amor a Dios. Es una virtud basada en la Fe Divina o en creer en la verdad de la revelación de Dios. Dice John Hardon que es conferida solo por Gracia Divina, que no es adquirida por el mero esfuerzo humano. Frecuentemente se identifica con el estado de gracia. Por lo tanto, quien ha perdido la virtud sobrenatural de la caridad ha perdido el estado de gracia, aunque aun posea las virtudes de fe y esperanza.
Viéndolo así, es común en nosotros pensar que la caridad consiste en darle a los menos afortunados algo, dar limosna, ayudar a necesitado, solamente dar lo que nos sobra. No, la caridad QQ:.HH:. es amar a Dios sobre todas las cosas, aún por encima de nuestro propio egoísmo, aún sobre nuestras propias necesidades. Amar a Dios es amar al prójimo como a sí mismo, amarnos a nosotros mismos HH:. Cuando ayudemos a alguien no lo hagamos por lástima, porque nos gusta ayudar o por sentirnos más que alguien, cuando ayudamos a alguien formamos parte de la gran cadena de Amor a el G:.A:.D:.U:. que nos ama a nosotros sin pedir nada a cambio, que nos da sin esperar recibir, que no mira a quién le da, que no discrimina cuando, ni cuanto dar.
Dice San Pablo que ‘La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se envanee; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta (1 Co 13, San Pablo). ‘Si no tengo caridad -dice también el apóstol- nada soy...’. Y todo lo que es privilegio, servicio, virtud misma... ‘si no tengo caridad, nada me aprovecha’ (1 Co 13). La caridad es superior a todas las virtudes. Es la primera de las virtudes teologales: ‘Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad’ (1 Co). El ejercicio de todas las virtudes está animado e inspirado por la caridad. Esta es ‘el vínculo de la perfección’ (Col 3), es la forma de las virtudes; las articula y las ordena entre sí. La caridad asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino. Porque la caridad no es ayudar al prójimo porque está en necesidad, es ayudarlo porque es nuestro deber como hijos del Altísimo, porque amando a nuestro prójimo y ayudándolo nos ayudamos a nosotros mismos y amamos a Dios sobre todas las cosas.
Dice el Maestro Jesús, que cuando des caridad tu mano derecha no debe saber lo que tu mano izquierda hace, que no debemos vanagloriarnos de lo que damos, así como El Señor no se vanagloria de lo que nos da. Recordemos HH:. Que el saco de beneficencia es un símbolo externo de nuestra propia caridad, que representa la caridad de esta Orden, así que no seamos miserables no mesquinos con lo que demos, no seamos medidos en el dar, que si se parte el pan con el necesitado, El Señor que está en lo secreto en secreto nos recompensará, pero cuidado, no demos con la intención de que alguien recompense lo que damos, recordemos que los hacemos por amor al G:.A:.D:.U:.Así hermanos míos, seamos caritativos, amemos al G:.A:.D:.U:. y a sus hijos sobre todas las cosas, seamos respetuosos, amorosos con nuestros hermanos, estemos prestos a ayudarlos. La caridad es una virtud que han demostrado los Mas:. Durante mucho tiempo, sigamos honrando esa tradición. No hagamos el bien por el beneficio de la honra que nos trae, ni seamos medidos en la caridad, no es medible la ayuda que se pueda prestar, pero no sólo la ayuda, la solidaridad, seamos hombres virtuosos que demostramos con obras y no con palabras nuestro verdadera esencia.
En cuanto a la Oración se debe decir que es la oportunidad que tenemos de comunicarnos con el G:.A:.D:.U:. tiene que ver con hablar, con comunicarse; debemos pensar que ya sabe el Señor que necesitamos antes de pedirlo, por eso debemos pedir con Fe, agradeciendo antes de recibir lo pedido, porque la Oración debe hacerse con Fe. Debemos saber también que no sólo debemos
Dice San Mateo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?“ Orad es entrar en contacto con el G:.A:.D:.U:. entrar en comunicación con el, Orad sin cesar, dice San Pablo, dice


Es todo V:. Maest:.
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Antonio Gámez
C:.M:.

El Pentagrama y la Estrella Flamigera

El Pentagrama y la Estrella Flamígera

«Ah, cómo a esta vista todos mis sentidos se estremecen!
Siento la joven y santa voluptuosidad de la vida rebullir en mis
Nervios y hervir en mis venas. ¿Era un Dios el que trazó este signo
que aplaca el vértigo de mi alma, llena de alegría mi pobre corazón,
y, en un vuelo misterioso, desvela alrededor de mí las fuerzas
de la Naturaleza? ¿Soy yo un dios? Todo se aclara ante mi vista;
veo en esos sencillos trazos la Naturaleza activa revelarse a mi espíritu.
Ahora, por vez primera, reconozco la verdad de esta palabra del sabio. ¡El
mundo de los espíritus no está cerrado! ¡Tu sentido es obtuso, tu corazón
está muerto! ¡En pie! Baña, tu pecho, ¡oh adepto de la ciencia!, todavía envuelto
en un velo terrestre, en los esplendores del naciente día!...»
(Fausto, I parte, escena I).


El Pentagrama es una estrella de cinco trazos, que se puede dibujar sin levantar el lápiz del papel, al parecer es uno de los símbolos más antiguos de la humanidad. Es de notar que entre sus cinco puntas, y los cinco triángulos que lo componen se esconde un pentágono, como también es conocido este símbolo. Dicen que en la antigua Mesopotamia se estableció relación entre este símbolo y el planeta Venus, que el pentagrama es la estrella del este o estrella de la mañana o de la tarde, el Planeta Venus, que para los griegos era Diabalos o el que hace pasar al otro lado, etimología esta de Diablo; de lo que se puede entender que el diablo que es Lucifer o portador de la luz, puede pasar de un lado al otro, de un mundo al otro. Este símbolo para los griegos era conocido como el Pentalpha o cinco Alphas, primera letra del alfabeto. Fue el símbolo también de la escuela pitagórica, considerado emblema de la perfección.
La relación del Pentagrama y el número dorado o proporción áurea es tácita, El número áureo tiene un papel muy importante en los pentágonos regulares y en los pentagramas. Cada intersección de partes de un segmento, intercepta a otro segmento en una razón áurea. El pentagrama incluye diez triángulos isósceles: cinco acutángulos y cinco obtusángulos. Estos triángulos se conocen como los triángulos áureos. Teniendo en cuenta la gran simetría de este símbolo se observa que dentro del pentágono interior es posible dibujar una nueva estrella, con una recursividad hasta el infinito. Por lo tanto el número de veces en que aparece el número áureo en el pentagrama es infinito al anidar infinitos pentagramas. El número áureo o proporción divina es un número irracional que se descubrió en la antigüedad y que está presente en algunas figuras geométricas y en la naturaleza en elementos tales como caracolas, nervaduras de las hojas de algunos árboles, el grosor de las ramas. Dicen que Fidias y otros escultores y arquitectos conocieron y aplicaron estas proporciones a sus obras.
El número cinco presente en la figura y número de importancia vital en el Gra:.Comp:. , es el Papa en los arcanos mayores del Tarot, parte del uno que es la individualidad, que es dualidad en el dos que se convierte en tres por la elevación de la conciencia y cuatro con el encuentro de los cuatro elementos que logran hacerse del quinto, que no es otra cosa que la quintaesencia o éter. El pentagrama en Egipto fue el símbolo de Horus, el perfecto iniciado, en el cristianismo primitivo representaba las cinco heridas de Cristo, y la fiesta de la Epifanía o visita de los tres Reyes Magos al niño Jesús. Para las órdenes de caballería simbolizaba entre otras cosas las cinco virtudes caballerescas: generosidad, cortesía, castidad, código de caballería y piedad. Dice Eliphas Leví que con este poderoso símbolo se puede controlar los cuatro elementos y sus elementales, con este símbolo atrapa Fausto a Mefistófeles, este es el símbolo del microcosmos o el hombre mismo. Representa a un hombre parado con las piernas y los brazos abiertos, recordemos el hombre de Vitrubio de Da´Vinci, que representa un pentagrama.
Para un observador atento la naturaleza obedece a un patrón en base cinco, evidente en cada ser considerado como un todo y en sus miembros o partes. Los seres humanos tenemos cinco miembros (cabeza, brazos y piernas) y nuestras manos y pies están dotados cada uno con cinco dedos. Las plantas poseen cinco partes (raíz, tronco, hoja, flor y fruto), los nudos de los árboles leñosos como el roble conforman los vértices de un pentágono, algunas frutas como el tamarindo chino tienen una forma de estrella de cinco puntas y si cortamos otras (manzana, plátano) de manera radial descubriremos que las semillas están dispuestas como un pentágono. El mundo mineral no está exento de ellos pues los cristales de pirita siguen un patrón pentagonal. El papel destacado del número cinco en la cosmología explica la importancia del pentágono y de la estrella de cinco puntas como símbolos. La estrella de cinco puntas es un símbolo de Shiva y sus cinco rostros o aspectos (productor, conservador, destructor, ocultador y dador de gracia), por lo que es un elemento importante en muchos de los yantras mágicos.
La Estrella Flamígera que es el símbolo de este grado representa la dominación del Espíritu sobre los elementos de la naturaleza, es símbolo del Verbo Universal, del hombre perfeccionado, o arquetipo divino del hombre, del verdadero Hijo del Dios hecho o emanado directamente de Él y por ende a su imagen y semejanza. Sus cinco puntas corresponden a los cuatro elementos y a la Quintaesencia. En Alquimia corresponde a los metales ordinarios o facultades comunes del hombre: el plomo de sus instintos materiales; el estaño de su compostura vital; el cobre de sus deseos y el hierro de su temple, a los cuales se une el mercurio filosófico de la Inteligencia Soberana que todo lo amalgama y domina. Representa el Poder Soberano del iniciado ante el cual la naturaleza se inclina y obedece, reconociendo aquella Imagen Divina que, reflejando la Verdad y la Nobleza, hacer fluir lo mejor de sí, con su sola presencia, todos los demonios de los prejuicios y de los errores, de los instintos y de las pasiones. También, por este mismo pentagrama, se miden las proporciones exactas del grande y único atanor necesario para la confección de la piedra filosofal y para el cumplimiento de la gran obra. El alambique más perfecto que puede elaborar la Quintaesencia, está conforme con esta figura, y la misma Quintaesencia está figurada por el signo del pentagrama.

Dentro de la estrella hay un “G” que si la estrella fuese un hombre estaría ubicada en sus genitales, órgano de generación por excelencia centro de creación, representa el génesis, el nacimiento, el principio de la fuerza creadora y de la vida. La canalización de dicha fuerza, que está dentro del hombre mismo es el objetivo de nuestros esfuerzos y de nuestros estudios. Esa “G” en primer lugar representa el G:.A:.D:.U:. también esa “G” representa la Geometría o medida de la tierra y a la tierra misma, como generadora, esto sigue recalcando la importancia de la generación y esa fuerza que debe ser medida, estudiada y controlada. También representa el Genio que es la elevación de la Generación, todo lo que eleva al hombre las artes, las ciencia, la religiones, las disciplinas, hacen una labor de elevar esa fuerza generadora al genio, no es casualidad que los estudios de este grado tengan que ver con la sutilización del aprendiz, se dice que debe hacer sus viajes y estudios a fin de refinar su arte, refinarse a sí mismo. Este es el objetivo fundamental del Grad:. Comp:. el de cultivarse, refinarse, sutilizarse, en el cual su propia fuerza generadora se canaliza para la consecución de metas más altas. La “G” es también la Gnosis o conocimiento, conocimiento del universo, de sí mismo, de Dios, del universo, ciencia. La “G” está vinculada a la letra YOD del alefato hebreo, que es la primera letra del nombre divino de Dios, que no puede ser pronunciado sin que se perturben las huestes celestiales, de esa letra YOD creen los Hebreos que se genera todo el alefato de ese idioma, y de allí todas las palabras, el lenguaje y por tanto el mundo, nada hay donde no existe la palabra, en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el verbo era Dios.
También representa la “G” la Gravitación que nos lleva a conocer las leyes que rigen el Universo, el dominio de lo Moral y de lo espiritual, en una compresión más profunda y perfecta de lo que es la realidad, no olvidemos que la masonería nos da en la iniciación un leve levantar de ese velo de Maya que es la apariencia y nos muestra una pequeña punta de la Realidad. Así mismo, no va descubriendo poco a poco el velo que cubre nuestros ojos, reacuérdese que en el aumento de salario el ojo derecho es destapado, gradualmente se no aleja de la ceguera. La compresión de esto no hace ver el Arte real de la construcción individual y universal , como un principio que rige el universo y debe regir la vida del Masón, llevándolo a la elevación y edificación de sí mismo. Estos estudios nos llevaran a la compresión profunda de nosotros mismos y del universo, y al revelársenos completamente esa “G” cesaremos de ser hombres, habiendo obtenido la maestría en el Arte Sagrado, que nos llevará a conquistar la inmortalidad sobre la tierra y el dominio completo sobre la naturaleza, sobre todo sobre nuestra naturaleza.



Es todo V:. Maest:.


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Antonio Gámez
C:.M:.

El Vitriol

El VITRIOL

Por: Antonio Gámez
Apr:. Mas:.


“Los labios de la sabiduría permanecen
Cerrados, excepto para el oído capaz
de comprender.”
El Kybalion

VITRIOL, que es la palabra que nos piden no olvidemos cuando nos introducen en el cuarto de reflexiones el día de la iniciación, es un acrónimo que significa: Visita Interiora Terras Rectificatur Invenies Occultum Lapidem, Visita el interior de la tierra, rectificando encontrarás la piedra oculta. Esta oscura sentencia nos lleva a pensar en lo que es el cuarto de reflexiones, y a ahondar un poco en el acrónimo mismo y su significado no tan evidente. Dice el catecismo para el grado de Ap:. “¿Dónde fuisteis preparados para vuestra iniciación? En el Cuarto de reflexiones. ¿Por qué os introdujeron en el cuarto de reflexiones? Para dejarme entregado a mis meditaciones y pensamientos; porque todo hombre que quiera adoptar un estado en la sociedad debe consultar su corazón en silencio y reflexionar con madurez sobre las obligaciones que va a contraer…” Pero el cuarto de reflexiones es el interior de la tierra, el primero de los cuatro grandes viajes que se deben realizar para ser iniciado en nuestros augustos misterios, cuatro viajes en cuatro elementos, tierra, aire, agua y fuego. En el cuarto de reflexiones se nos invita al VITRIOL, se nos invita a visitar el interior de la tierra para rectificar y así tener la posibilidad de encontrar la piedra oculta. El interior de la tierra es el interior del hombre mismo.

El VITRIOL es representado por un estrella de siete puntas, como siete son las letras que lo componen y siete las palabras que resumen esas letras, está entonces relacionado con el número siete o septenario, número sagrado para todas las religiones y cosmogonías. El septenario o héptada que es la tríada sumada al cuaternario, tres mas cuatro; el dominio del espíritu (3) sobre la materia (4), lo celeste sumado a lo terrenal. La relación entre lo divino y lo humano, cuyo resultado es la creación. El número siete es el cuarto número primo y una constante en todas las culturas, reacuérdense los siete planetas de la astrología tradicional, los siete colores del arco iris, las siete notas musicales, así como siete son los principios herméticos de la verdad contenidos en el Kybalión, también podemos mencionar las siete virtudes, los siete metales, las siete iglesias, los siete sellos y los siete ángeles que aparecen en el Apocalipsis, los siete hornos alquímicos, los siete chakras, las siete puertas de Tebas, los siete animales sagrados, las siete virtudes de Buda, los siete cielos del Islam, que representan todos lo mismo.

Los secretos de la alquimia fueron ocultos a la vista de todos, las claves de sus más oscuros secretos fueron colocadas en sus dibujos simbólicos, cada imagen es todo un capítulo, quien las comprende tiene la clave mágica con la que todas las puertas del Templo se abrirán de par en par. Así, en la imagen del VITRIOL está contenida toda la Gran Obra., las siete realizaciones cósmicas, las siete serpientes del proceso alquímico. El número siete representa la armonía universal y es el símbolo de la vida y la perfección.
En el Tarot o libro de Hermes el Arcano 7 o el Carro, representa al hombre que en su viaje espiritual ejerce sus poderes y domina sus pasiones. La victoria sobre los vicios o pecados capitales que son 7, en oposición a las virtudes que son 7 también, las tres teologales mas las cuatro cardinales. La imagen tiene también dos caballos que jalan el coche, como las fuerzas de las pasiones que cada una tira a su lado, pero a la vez representan esos dos caballos las dos columnas de nuestro templo J:. y B:. o dos agentes. Nos recuerdan a los dos caballos desbocados que describe Platón o los caballos del coche que describe Gurdjieff. La imagen representa también un hombre coronado sobre un cubo, ese cubo representa la piedra filosofal, tal vez la piedra oculta del VITRIOL. Para los Cabalistas el número siete está ligado a la ley divina que rige el universo, Jehová creó el mundo en siete días; el arco iris, pacto entre Dios y los hombres consta de siete colores, siete velas tiene el candelabro que se enciende en las fiestas sagradas de los Hebreos. En el alfabeto hebreo es la séptima letra, llamada zain. Representa los valores espirituales, que son la finalidad del mundo: Dios creó el mundo en 6 días y el séptimo descansó. Es signo cabalístico de la luz y representación del ojo humano capaz de captarla; es el sefira neshá que representa el Triunfo o Carro del Sol triunfante representado por el 7º Arcano del Tarot. Siete es también el segundo vigilante en el templo masónico, que cuida de los aprendices, que aún no están adaptados a los rigores del trabajo.
En la figura del VITRIOL la estrella de siete puntas es rodeada por un doble círculo de las fuerzas masculina y femenina, en el centro de la septenaria estrella de la alquimia, se representa el rostro de un venerable anciano que simboliza el mercurio sófico. Es de notar que antiguamente el Vitriol designaba para los alquimistas el ácido sulfúrico, el cual era conocido también como aceite de vitriolo o licor de vitriolo. Vitriol se le llamaba a los compuestos que por sus virtudes purificantes eran la representación de la condición necesaria para comenzar el trabajo alquímico.

El VITRIOL es el proceso de transmutación, la transformación del plomo a oro, luego de los procesos necesarios para ello, procesos que comienzan con la iniciación, con el cuarto de reflexiones que nos llevan a la oscuridad, oscuridad necesario para que en nuestro interior germine esa semilla que es plantada con la iniciación y que sólo prosperará y dará frutos con trabajo y atención constantes. La purificación, la rectificación que es el proceso iniciado, la visita a nuestro propio interior es labor de todo M:. labor que no se debe olvidar nunca.

Así, visitando el interior de la tierra, adentrándose en la conciencia de uno mismo, y rectificando, luchando con las pasiones, ya que sin lucha contra las pasiones, sin lucha contra uno mismo no hay virtud; así se encontrará la piedra oculta. El VITRIOL nos sugiere trabajo conciente en nosotros mismos, nos sugiere mirarnos con la luz de la conciencia y rectificar, cauterizar quizás las heridas causadas por una vida conducida por los caballos de la pasiones, de la incontinencia, de los vicios. Rectificar-se, purificar-se, en ese interior de la tierra donde se oculta la piedra filosofal, la piedra filosofal que es el fin último de la Opus Magna o gran obra de los alquimistas. De ella se dice que transforma el plomo en oro, que cura todas las enfermedades y proporciona la inmortalidad, por eso es conocida también como: el elixir de la vida. También es una alegoría de lo que se busca en el trabajo sobre sí mismo, que no es más que la transmutación de nuestras imperfecciones en algo mejor, la purificación del hombre para llegar a estados más altos, el hacer de lo inconsistente de nuestra vida en la que todo sucede y nada hacemos, en algo sólido, real; así hacer de nuestra alma algo que puede llegar a ser inmortal.

Para lograr esta transmutación y como bien lo dice el catecismo del grado de aprendiz cuando define la virtud, es necesario que existe un lucha, un sacrificio, un encuentro entre el si y el no dentro nosotros mismo, para que por medio de la fricción de esta lucha se produzca el fuego que nos ilumine y que cristalice en nosotros el material necesario para encontrar este elixir de vida, para hallar escondida en el interior de nosotros mismos, la cura a todas las enfermedades, la transmutación de los metales en oro y la inmortalidad.


Es todo V:. M:.


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Antonio Gámez
A:.M:.

jueves, 19 de junio de 2008

Solsticio de Verano y Masoneria

A L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

S:. F:. U:.

Respetable Logia “Derechos Humanos No. 162”

Or:. De Mérida, 18 de junio de 2007 (e:.v:.)

V:.M:.

QQ:. HH:. Primero y Segundo Vigilantes

QQ:.HH:. Todos

Este Oriente.

"...las fiestas solsticiales, son las fiestas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, son el momento simbólico en que los Masones nos recogemos hacia el interior de nuestro microcosmo y advertimos nuevas verdades morales y nuevas realidades espirituales para continuar con la obra suprema, en un nuevo comienzo..." Goldstein, Touvia R:.L:.S:. La Fraternidad No. 62, al Or:. Tel Aviv-Israel.

“El Solsticio de Verano y la Masonería”.

Según Frau Abrines y Arús Arderiu (1947) en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería se lee: “Bajo el doble nombre San Juan Bautista y de San Juan Evangelista, patronos de nuestra augusta Orden, los Francmasones celebran dos grandes fiestas anuales, llamadas indistintamente fiestas de San Juan o de la Orden. Estas fiestas, que corresponden a los dos Solsticios, se llaman con más propiedad aún fiestas Solsticiales. Se celebran el 24 de junio y 27 de diciembre que dependiendo del hemisferio en que nos encontremos se denominan de Invierno o de Verano”. En fecha más reciente, Frau Abrines (2005) precisa que “Solsticio” es la época en que el Sol entra en los signos de Cáncer y Capricornio llegando a la máxima declinación septentrional y meridional, y es cuando toman su lugar las fiestas Solsticiales que celebra la Masonería en los Solsticios de Verano e Invierno, dedicada la primera al Reconocimiento y reflexión y la segunda a la Esperanza.

En nuestro templo podemos apreciar claramente en su simbología lo vinculado que este esta, con el cuadro físico del curso y los fenómenos solares. Por eso el interior de las Logias nos ofrece las imágenes del sol, de la luna y de la bóveda celeste sembrada de estrellas. Y por supuesto que la luz física viene del Oriente del mundo, las logias Masónicas, en las que se aúnan los esfuerzos más sublimes y generosos que tienden a enaltecer e ilustrar la inteligencia humana, se viene a convertir en otros tantos focos de luz, o sea en tantos orientes particulares. Así pues, en nuestra Logia, símbolos figurados de la naturaleza, los Solsticios se hallan representados por las Columnas que figuran al Occidente, a ambos lados de la puerta de entrada. Estas marcan la marcha aparente del sol durante los doce meses del año, simbolizado por los doce trabajos de Hércules, cuyos viajes tienen por límites igualmente dos columnas semejantes.

El solsticio tiene como su protagonista a el sol, no en vano representa la luz y es donde se encuentra quien guía los trabajo en nuestra logia el V:.M:., El “astro solar” no es más que otro de nuestros numerosos símbolos didácticos. Nace en el Oriente, de la eterna sabiduría y difunde su luz y calor, indispensables para la continuación de la vida. En su continuo y permanente movimiento influye en el ritmo del día y la noche; modula el curso de las estaciones; induce el crecimiento de las plantas y la evolución del mundo animal; condiciona el auge y florecimiento de sociedades humanas; estimula el desarrollo cultural técnico y científico, la vestimenta, la comida, y las costumbres sociales y urbanas. En fin, la fuerza del astro solar está en todo lo que denominamos cultura.

Como Masones, en el Astro Solar vemos un ejemplo de nuestros deseos de ser fuentes de luz y calor humanitario, de entregarnos a todos por igual en un permanente afán de integridad. Al igual que la marcha solar, existe en nuestro diario trabajo ascensos y descensos y por ello nos educamos con la Regla de las 24 pulgadas a un preordenado ritmo laboral, con constancia y responsabilidad. En su ejemplo, educamos hacia la tolerancia, aspirando ser expresión de belleza y bondad, y nuestra Orden e inagotable en sabiduría Madre Logia, nos estimula a plantearnos en el ámbito filosófico -permanentes y continuas preguntas en cuyas alegorías y símbolos sepamos encontrar respuestas-, mismas que sólo lograremos con estudio, talento y virtud.

Para entender mejor el vínculo “Solsticio-Masonería”, cito un párrafo de Yáñez Vega (2002) cuando dice: “Así como el calor y la luz solar se ofrecen sin condición alguna a todos los hombres, así los Masones entregamos el trabajo sin esperar recompensa mayor. Trabajamos por el placer que hallamos en la labor realizada y en la creación regenerante, sin alarde ni ostentación. Ayudamos al necesitado y calmamos al sufriente, porque en el compartir nos elevamos por sobre nuestra condición humana. Combatimos la injusticia y despertamos la adormecida conciencia de los hombres, porque los elevados valores humanos son los únicos que tienen cabida en nuestros pensamientos y actos”.

El Sol es un símbolo masónico de suma importancia. La Logia que, entre otros, simboliza también al Universo, con su piso terrenal y su techo celestial. El V:.M:. que ilumina simbólicamente con su Sabiduría todo el Taller, representa al Sol en su nacer. El V:.M:. dirige la Logia desde su sitial en el Oriente, fuente de la Luz, al igual que el Sol qué comienza su esplendor desde el Oriente; el Primer Vigilante simboliza al Sol en su ocaso al Occidente y el Segundo Vigilante simboliza al Sol al Mediodía

Siendo la Naturaleza el marco de acción del Masón y los fenómenos naturales, fuentes de estudio e inspiración, no podía estar la Orden ajena al fenómeno natural del recorrido elíptico del Astro Rey destacando la coincidencia de que sus puntos más distantes del Ecuador, coinciden con cambios naturales de las dos opuestas Estaciones, el Invierno y el Verano, símbolos también de la contradicción, la dualidad, representados estos opuestos conceptos de pares eternos, en el piso cuadriculado del Taller.

La masonería, en su intento de entender la realidad profana, comprende y enseña el simbolismo encerrado en este flujo y reflujo del ir y venir del Sol. El Solsticio nos enseña que el Pulido de la Piedra Bruta, el esfuerzo personal de mejorar nuestra condición humana y crecer intelectualmente, no se produce solamente en un continuo ritmo ascendente; en cierto momento el trabajo cotidiano decae y el ánimo merma. Quisiera citar, las palabras de Yáñez Vega (2002) que dice: “…es ahí cuando se halla la fuerza emergente del pensamiento Masónico, el espíritu hecho vigor en la Cadena Fraternal, que con su fuerza y aliento nos induce a recomenzar la marcha con renovada vitalidad. Puesto que por encima de nosotros, como permanente ejemplo, se halla la presencia del Sol omnipotente, que irradia calor, fuerza y luz constante, sin discriminación alguna en la entrega de estos valores. De este ejemplo se nutre la Masonería e induce a sus miembros a seguir una senda de justicia, de amor y de fraternidad, en una armónica conjunción operativa para que las enseñanzas de la Orden no sean infecundas semillas sin frutos. Unámonos espiritualmente al conjunto de la Naturaleza y en el simbolismo de esta celebración encontremos renovadas fuerzas para nuestro mejoramiento humano, espiritual e intelectual. Y cada mañana elevemos nuestra mirada al iluminado día sintiendo la felicidad por el hecho de que la vida continua en su eterno flujo y especialmente por la existencia de la otra realidad, sensible y espiritual, que los símbolos de la Masonería permiten descubrir”.

Para concluir el, Solsticio de Verano, se le relaciona directamente con San Juan Bautista, a quién se le atribuye en la Masonería la ciencia de la escuadra y del nivel, útiles imprescindibles para que los cimientos de toda construcción se encuentre perfectamente allanada y encuadrada, simbolismo que se refiere claramente al trabajo de rectificación que cada uno debe ejercer consigo mismo, rememorando el momento de nuestra Iniciación Masónica en el que en la Cámara de Reflexiones confrontados con los símbolos de la muerte y del lema hermético VITRIOL (Visita el Interior de la Tierra y Rectificando Encontrarás la Piedra Oculta), procedemos a redactar nuestro testamento masónico. Sirva pues ese día de solsticio al mediodía en punto para que reflexiones y rectifiquemos en nuestro arduo proceso de devastar la piedra bruta, para renovar ese juramento que hicimos algunos con mas tiempo que otro de convertirnos obreros de la luz.

Josher J. González N.

M:.M:.

Siete Maestros Masones. Símbolo, Rito, Iniciación (La Cosmogonía Masónica).Ediciones Obelisco. Barcelona, España. 1992.

Yáñez Vega, José Alvaro, 2002. Solsticio de Verano. Plancha de Trabajo. R:.L:. Fraternidad No. 2, Gr:.O:. Valle de Concepción, Chile.

Eneagrama

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