Or.·. de Mérida 27 de
febrero de 2012 e.·.v.·.
V.·. M.·.
Q.·. H.·.
Prim.·. Vig.·.
Q.·.
H.·. Seg.·. Vig.·.
QQ.·.HH.·.
Todos
“Ética y
Comportamiento Masónico”
Sin duda alguna quienes nos iniciamos en esta venerable orden,
lo hacemos en su gran mayoría impulsados por un llamado interior a elevar
nuestra espiritualidad a niveles más sublimes, pasamos por un proceso
trascendental de iniciación y se nos entrega un conocimiento encriptado en un
sinfín de alegorías y símbolos que en el camino tenemos que descifrar y poner
en práctica su contenido.
Pero cuántos de nosotros honestamente nos medimos a un
trabajo espiritual consiente, cuantos de nosotros una vez iniciados y colocados
en la puerta del umbral del conocimiento aprovechamos esa oportunidad e
iniciamos el camino de la transformación interna base fundamental de la masonería.
Creo que debemos reflexionar sobre ello profundamente y recordar una vez más
que visitando el
interior de la tierra y rectificando encontraremos la piedra oculta.
El camino iniciático es muy empinado y pedregoso, son muchos
los obstáculos y por eso se dicen que son muchos los llamados pero muy pocos
los elegidos, la tarea debe partir de cada uno de nosotros en aceptar nuestros
errores, reflexionar sobre los vicios físicos y materiales y emprender la lucha
para iniciar el proceso de transformación interna de una vez por todas.
El desarrollo espiritual o lo avanzado de nuestro templo
interior no se mide por grados ni por posiciones dentro del estamento masónico sino
que se mide por el ejemplo que demos en la sociedad y nuestro comportamiento y
trato con nuestros semejantes.
La ética y el comportamiento del masón deben ser
adecuada a un hombre que se encuentra en un proceso de estudio de sí mismo y
que desea elevar su espíritu a niveles más altos y de ninguna forma debe estar
atada a vicios terrenales que entorpecen y truncan el sendero una y otra vez.
Es necesario entender que debemos ser prácticos en la aplicación del
conocimiento masónico y no dejarlo engavetado en el subconsciente y seguir la
vida profana como si la masonería y sus logias fueran especies de clubs para
tertuliar y fraternizar y tomar la iniciación como un hecho virtual o una
simple dramatización que no vincule al iniciado de ninguna forma con el
verdadero camino de la redención espiritual.
La masonería moderna reclama dejar a un lado el contexto
especulativo del conocimiento y emprender con herramientas en mano la
operatividad en nuestro proceso de crecimiento dentro de la institución, hoy más
que nunca es necesario cavar los calabozos a los vicios y elevar templos a las
virtudes y enseñar con una conducta cónsona que somos masones y convertirnos en
críticos de las conductas que dañen o alejen la esencia pura de la institución,
en fin ser defensores de la herencia de un conocimiento transcendental que
muchas veces pisoteamos sin darnos cuenta de ello.
El error de desviarnos de la masonería primigenia muchas
veces nos hace caer en la apatía y la falta de compromiso olvidando nuestro
juramento y muchas veces desviando nuestro camino por ser masones teóricos
cayendo en múltiples errores que causan un estancamiento y abofetean la institución,
mostrando una cara equivocada y confundiendo a quienes se han iniciado buscando
otros elementos más elevados alejados de las miserias profanas.
Para observar una ética y un comportamiento masónico cónsono con los principios y preceptos de la
orden, se requiere, alto desarrollo espiritual, una vida de constante humildad,
mucha auto observación y sobre todo servicio a nuestros semejantes, procurando
siempre ayudar y enseñar cuanto podamos, en adelante seamos mas esoteristas y prácticos de los misterios que se
vallan develando en el camino y por nada del mundo, represemos el conocimiento
ni seamos obstáculo para que otros avancen en su búsqueda.
Josher Gonzalez M:.M::
Or:.Fisc:.